Empatan el apoyo y el rechazo a la gestión del ‘vice’

Pese al desgaste, García Linera tiene el 48% de aprobación en las capitales del eje troncal, más El Alto. Para el MAS es un parámetro que puede ser más alto 

Álvaro Marcelo García Linera, 11 años después de haber jurado como vicepresidente de Bolivia, tiene todavía un significativo apoyo del electorado para su gestión. Al menos en Santa Cruz de la Sierra, La Paz, Cochabamba y El Alto. Eso es lo que refleja el resultado de la encuesta sobre aprobación de gestión que elaboró Equipos Mori, a pedido de EL DEBER, entre el 18 y 20 de enero.
De hecho, las cifras reflejan que un 48% de los electores bolivianos le da el pulgar arriba al exanalista político de izquierdas que saltó de las cámaras al poder. Eso sí, el otro 48% lo desaprueba.Este para nada es un ‘empate catastrófico’, opina el politólogo y estratega electoral Luis Andia, que con estas cifras en las principales ciudades del país y luego del desgaste de más de una década de conflictos debería hacer que el MAS lo considere “una figura con perspectivas políticas”, un plan B en caso de que el oficialismo no habilite a Morales como candidato para el 2019.De acuerdo con la encuesta, solo un 4% no sabe o no responde cuando se pregunta si aprueba los resultados de gestión del segundo mandatario del país.Desde que asumió como vicepresidente, García Linera no ha enfrentado como figura política individual un año más complicado que el de 2014, cuando el senador Arturo Murillo, de Unidad Nacional (UN), denunció un caso de presunto uso indebido de influencias debido a que la aerolínea estatal Boliviana de Aviación (BoA) contrató, por Bs 18 millones y a través de una invitación directa, los servicios de Air Catering, firma cuya supuesta copropietaria era Silvana del Castillo, cuñada del ‘vice’.Luego vinieron acusaciones  en contra de su hermano Raúl García Linera. En ambos casos, el vicepresidente negó que se hubiesen cometido hechos de corrupción y las querellas previstas no avanzaron.Otra miradaSobre la encuesta, el ex constituyente opositor y politólogo Manfredo Bravo tiene una mirada diferente a la de Andia. Si su colega ve oportunidades en el porcentaje de aprobación de García Linera, él ve un rezago que le impide pensar en consolidarse como líder alternativo de cara a las presidenciales.“Lejos de haberse podido proyectar como alternativa de liderazgo en el propio MAS (el vicepresidente), ha sido condenado a ser el guardián de la retórica discursiva que le pueda dar al proyecto político y sostener la imagen inmaculada del príncipe (el presidente)”, sostiene Bravo.Puede que tenga razón. “Álvaro es mi mejor secretario, jamás se ha creído presidenciable”, aseguró Morales en enero de 2016, en una entrevista con EL DEBER.Según el analista político, entre las razones que impiden el despegue de la aprobación de García Linera están: “La retórica discursiva altamente polarizante y el papel que le ha tocado desempeñar tratando de limpiar muchos de los escándalos de corrupción”.Como consecuencia, Bravo considera que la lógica caudillista gubernamental, en detrimento de la figura política individual del ‘vice’, entre otros, “le ha quitado al MAS cualquier posibilidad de sobrevivencia como instrumento político sin el príncipe”.Para el partido de Gobierno eso no es verdad. Así lo sostiene Benigno Vargas, diputado por el MAS y presidente de la Brigada Parlamentaria cruceña: “Son parámetros de sectores de la población”. Pues considera que si se aplica la encuesta a todo el país, el porcentaje de aprobación de García Linera puede crecer varios puntos porcentuales.Fuente: El Deber