Desde fuentes internas del Movimiento Al Socialismo se habla de un “golpe de timón” que daría Evo Morales en relación al gabinete ministerial, cuya renovación o revocación tiene lugar tradicionalmente alrededor del 20 de enero de cada año.Para sostener la tesis de un cambio importante en el gabinete se remarca el desgaste mayúsculo sufrido por el gobierno en el 2016, sin duda el año de mayor debacle para el oficialismo en su década en el poder.Por supuesto, lo lógico sería apostar en los últimos tres años de gestión por un gabinete técnico, que racionalice políticas públicas y además busque cierta reconciliación nacional, pero los antecedentes del evismo indican otra cosa.En los once años que van de régimen populista, la apuesta ha sido por un gabinete político-partidario y confrontacional, y los signos preanuncian más bien una intensificación de esa estrategia de cara a la “batalla final”.Podrán rodar algunas cabezas, sobre todo en carteras relacionadas al abastecimiento de agua potable, control aeronáutico y explotaciones mineras, pero parece altamente improbable que figuras clave del nuevo orden imperante se hagan a un lado, conocedoras como son de los entresijos cleptocráticos del régimen…[email protected]