Una de las etapas más difíciles de los niños es cuando llegan a su segundo año de vida, no por nada le dicen los terribles 2. Este periodo se caracteriza porque se dan cuenta de que ya no son unos bebés y que son menos dependientes de sus padres.
A muchos nos aterra esta faceta, pues la crianza convencional asegura que una vez que nuestro preciado angelito llegue a los 2 años se convertirá un demonio sin freno; sin embargo, lejos de volverse un malcriado insoportable, lo único que le pasa es que atraviesa por un difícil proceso de crecimiento en el que se enfrenta a los límites y a el reconocimiento de sus emociones.
Como todo en la vida lo primero que tenemos que tener es paciencia y comprender que esto de trata de una etapa más en su vida en la que hay que guiarlo y comprenderlo. A continuación te presentamos 6 mitos sobre esta etapa.
#6 Los berrinches son peores
Las rabietas no son otra cosa que la frustración de nuestros pequeños al no poder comunicar sus emociones de una manera adecuada. A medida de que nuestro hijo crece sus habilidades motoras y de lenguaje están más desarrolladas por lo que son capaces de expresar de mejor forma sus necesidades sin necesidad de hacer pataletas.
#5 Sólo tratan de molestar
Incluso a esta edad los niños son empáticos y uno de sus mayores deseos es agradarle a los demás. A los dos años son capaces de seguir instrucciones, sólo basta decirlas con firmeza y tranquilidad y él o ella te hará caso.
#4 Te agotarán
Está en la edad en la que ya dejó atrás los primeros pasos y comienza a explorar el mundo a su alrededor. Esto no quiere decir que de la noche a la mañana se convertirá en un niño intrépido al que tendrás que perseguir por todos lados. Sí, es verdad que requiere más atención y vigilancia pero no con la exageración que nos han hecho creer.
#3 Te retan
Al contrario de la vieja creencia, los niños de dos años son receptivos y están en la edad ideal en la que los padres podemos establecer límites y ellos aprenderán a respetarlos y entenderlos.
#2 Las tareas del hogar se multiplicarán
A esa edad a los niños les gusta ayudar y que los involucres en tus tareas diarias. Están ávidos de aprender nuevas cosas y qué mejor que se las enseñes de primera mano. En vez de pedirle que cuide a su juguete favorito, pídele que recoja sus juguetes o que ordene a medida de sus posibilidades y habilidades su habitación.
#1 Se vuelven melindrosos con la comida
Que los niños se obsesionen con ciertos alimentos es perfectamente normal es una actitud para reafirmar su independencia. Antes de que corras con el pediatra porque tu pequeño dejó de comer el brócoli que tanto le gustaba y ahora prefiere comer cereal, trata de darle una o dos porciones pequeñas de alguna comida saludable y nutritiva.
Si el comportamiento de tu hijo cambió radicalmente es porque está aprendiendo a manifestar sus preferencias y a tomar sus propias decisiones. Recuerda que su mal comportamiento se debe a la frustración que siente al enfrentarse a los límites de su edad y que lo que necesita es que lo guíes y lo comprendas para superar esta etapa.
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Fuente: vix.com