Menos democracia, más corrupción

Pocos días después de que se conociera el ranking de Transparencia Internacional, donde Bolivia aparece con un agravamiento en la percepción de corrupción, se da a conocer otro informe global donde el “Estado Plurinacional” se sitúa a la cola de los países en materia de calidad democrática.Y es que ambos temas no son autónomos sino que están íntimamente interrelacionados, toda vez que la democracia, entendida no sólo como el voto mayoritario sino también como división de poderes y el correspondiente check and balance, es fundamental para ponerle límites al gobierno de turno y a sus eventuales negociados.Está claro que en otros países afines al club del socialismo del siglo XXI como Brasil, las fuerzas ligadas al Foro de Sao Paulo no llegaron a copar la justicia como sí sucedió en los casos de Bolivia y Venezuela, lo que ha permitido investigar el Lava Jato, proceder al impeachment de Dilma Rousseff y muy probablemente se acabe con Lula da Silva en prisión.En cambio, con el hegemonismo impuesto por el evismo, donde no existe ningún tipo de controles independientes a nivel institucional (Contraloría, Fiscalía, etc.) parece garantizado el manto de impunidad… mientras la camarilla palaciega se mantenga en el poder. Se dirá desde el Palacio Quemado que estos informes son “imperiales” y por lo tanto deben ser desconocidos, con el mismo entusiasmo con que festejan cuando otras entidades del exterior, como el FMI o el Banco Mundial, resaltan alguna discutible cifra del desempeño macro-económico. Bipolaridades del proceso de cambio…[email protected]