Ministra Bullrich aclara que la norma argentina es contra el delito

La ministra de Seguridad de Argentina que cosechó críticas y acusaciones de xenofobia habló ayer con medios argentinos para bajar el tono. “No tenemos nada contra las personas”, aseguróOperativo muy polémico se realizó en la terminal de Liniers, en Buenos Aires. Un grupo de uniformados realiza la requisa a un bus que es evidente que llegó de Bolivia.Las críticas cosechadas en los últimos días por las acciones en contra de cambios migratorios que fueron calificados de xenófobos, obligaron a la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, a salir y aclarar que su país no tiene nada contra la inmigración de Bolivia, Perú y Paraguay.“Nosotros lo que sí vamos a hacer es arrancar con cuatro puntos de alta tecnología que son La Quiaca, Aguas Blancas, Salvador Mazza y Puerto Iguazú, y vamos a hacer un control de la frontera. Nuestro problema no es la gente, nosotros no tenemos un problema con la inmigración, pero tenemos un problema con el narcotráfico y con el contrabando”, manifestó, en declaraciones al diario El Tribuno, de Salta.El medio le preguntó si al endurecer la política migratoria no teme que otros países hagan lo mismo con Argentina.“La verdad es que nosotros creemos que son las cosas mínimas y elementales que pasan en cualquier política migratoria, en relación con las personas que delinquen en territorio del lugar o de las personas que entran con antecedentes. Nos parece que eso es algo que sucede prácticamente en todos lados, así que creo que nos vamos a equiparar”. Además, dijo que no conoce que Bolivia hubiera pedido explicaciones al embajador argentino en La Paz, lo que sí ocurrió el viernes.El ministro de Gobierno boliviano, Carlos Romero, dijo a este medio que Bolivia no aplicará la reciprocidad, es decir, no endurecerá el control migratorio aplicado para el ingreso de argentinos.También habló con La Nación, de Buenos Aires. Ante la pregunta de si el Ejecutivo «barajaba» la posibilidad de construir un muro con Bolivia o otro país limítrofe, como lo anunciado por Donald Trump en EEUU, Bullrich lo descartó de plano: «No, en absoluto».El sábado se realizó un operativo en la terminal de Liniers, en Buenos Aires, donde no se detuvo a nadie, pero se secuestró ‘presunto’ contrabando.La activista en DDHH Nancy Sierra comentó desde Buenos Aires: “Ese operativo iba dirigido a extranjeros, aunque en esa terminal circulan muchos bolivianos, también peruanos y paraguayos. Es discurso político, el asociar foráneos con delito”. Manifestó que lo grave “es el discurso que sale de medios corporativos que alientan la xenofobia, asociándolos a los males que tiene este país. Eso preocupa, y mucho”.La recomendación para los viajeros, según Sierra, es entrar con documentación al día. Alertó que el gran problema está en que los que salen se arriesgan a perder su residencia transitoria o permanente.EL DEBER / Marcelo Tedesqui