Nosotros y el cambio climático

Ovidio RocaLa Declaración Universal de Derechos Humanos, actualmente solo protege a quienes escapan de la violencia, de la guerra, pero no del cambio climático, aunque  actualmente el cambio climático es el que más nos afecta y afectará.El Consejo Noruego para Refugiados, informa que en el 2015, más de 19.2 millones de personas huyeron de desastres ambientales y que esos desastres desplazan entre tres y diez  veces más personas que los conflictos o las guerras en todo el mundo. A su vez la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) pronostica que el año 2050 habrá 200 millones de migrantes ambientales.De seguir el ecocidio actual, en los próximos años el aumento de la temperatura global se incrementara en 3,1 grados centígrados y para el año 2.100 significara un aumento del nivel del mar de unos 0,73 metros, lo que causara inundaciones en vastas áreas costeras.A pesar de las informaciones de ambientalistas y científicos, en los últimos tiempos se ha iniciado una campaña para convencer al mundo que no existe el cambio climático y por tanto se puede seguir haciendo negocios emitiendo gases de efecto invernadero, de carbón, de petróleo y continuar contaminado los océanos, depredando los bosques y eliminado la biodiversidad, hasta que solo queden los animales considerados útiles al hombre y grandes productores de metano: vacas, cerdos, gallinas, perros y gatos y esto responde al interés económico de muchos países y empresarios que para promover sus negocios están dispuestos a rifar nuestro futuro; por supuesto si la sociedad se lo permite.Durante su campaña electoral Trump comentó que el cambio climático es un cuento chino; posteriormente ya electo Presidente del país más poderoso del planeta  y segundo gran contaminador después de china, al ser preguntado si creía que la actividad humana estaba conectada con el cambio climático respondió cantinfleando: “Bueno, Creo que está parcialmente conectada. Hay algo, un poco. Depende de cuánto. También depende de cuánto les va a costar a nuestras empresas. Tienes que entender que nuestras empresas no son competitivas ahora mismo”.Otra cosa será cuando Trump asuma el cargo y ponga los pies en la cancha; por lo que existe la posibilidad de que si percibe que el desarrollo sostenible es un buen negocio, lo apoye y promueva sistemas productivos menos depredadores y contaminantes y más sustentables y ecológicos.Esto es deseable, pues lo mejor para todos es avanzar hacia una economía sostenible, haciendo negocios sostenibles y utilizando tecnologías novedosas y amigables con el ecosistema.En la historia de la tierra han existido ciclos que afectaron drásticamente los fenómenos atmosféricos con dimensiones apocalípticas; durante millones de años, el planeta ha sufrido largos periodos de sequía, lluvias torrenciales, inundaciones, calentamiento, enfriamiento,  huracanes, terremotos, meteoritos, erupciones volcánicas y esto seguirá ocurriendo.La especie humana surgió porque se dieron condiciones ambientales adecuadas para nuestra vida y si estas condiciones desaparecen, será casi imposible que nos adaptemos. A pesar de conocer esto, como consecuencia de nuestro accionar cada día vemos como se agudizan los cambios en los patrones climáticos a los que estamos adaptados y no nos damos por advertidos de la necesidad de cambiar nuestra destructiva utilización del ecosistema planetario.El tema ambiental no solo es un asunto de calentamiento global, es de ámbito integral y nuestro objetivo central es evitar la destrucción del ecosistema al que nuestra especie está adaptada: clima, temperaturas, régimen de lluvia, entorno natural, biodiversidad, glaciares en los polos y montañas, etc.Diversos estudios confirman que la explotación forestal, el desbosque indiscriminado para la agricultura, las especies invasoras, la acidificación de los océanos y las toxinas que envenenan nuestro ecosistema, son algunas de las causas que propician la destrucción de los hábitats naturales y la desertificación; todo esto con un impacto directo en las especies vegetales, de insectos y animales. Si estas especies desaparecieran también lo harán sus beneficios para el planeta como la polinización de los cultivos y la permanencia de los humedales y así evitar la pérdida de la biodiversidad que afecta cada vez más a la humanidad. Asimismo al cambiar el clima, también cambia el ciclo de siembras, de las cosechas y se afecta el ciclo de los cultivos, por lo que se hace necesario encontrar especies nuevas y ajustar su ciclo mediante la biotecnología.El crecimiento demográfico proyectado para el año 2050 se concentra en las áreas urbanas, lo que tendrá un impacto negativo en las capas freáticas, por lo que contar con los suministros de agua fresca para nuestro consumo será un desafío clave.Relacionado con esto, está el problema de la alimentación y la agricultura, la que demanda aproximadamente el 70% de los usos mundiales de agua dulce; por ejemplo se necesita 1.500 litros de agua para producir 1 kg de trigo y alrededor 15.000 litros por kg de carne vacuna. Esto implica la necesidad de nuevas técnicas de cultivo y otras fuentes de proteínas menos demandantes de agua y sin emisión de metano.La filosofía y la vida natural nos enseña la obligación de convivir armónicamente con todos los organismos del único planeta que tenemos y si nos ocupamos de esto, la ciencia y tecnología pueden darnos nuevas herramientas, más adecuadas y amables con el medio ambiente y la diversidad.Por tanto para sobrevivir necesitamos reorientar nuestra forma de vivir, consumir y producir y esto necesitamos hacerlo usando nuestra inteligencia, la ética, la filosofía, la tecnología, que son creaciones culturales que ayudan al ser humano a comprenderse a sí mismo y entender cómo vivir en sociedad y en paz, respetando los derechos de los otros y conservando nuestro entorno ecológico común.Fuente: ovidioroca.wordpress.com