Los regímenes satélites de la dictadura chavista pueden dividirse entre “incondicionales o brutales” y “prudentes o astutos”, a juzgar por las declaraciones divergentes emanadas de los gobiernos de Bolivia y Ecuador.En el primer caso, el régimen evista divulgó un vergonzoso comunicado donde declaró su “apoyo incondicional” a Nicolás Maduro, muestra del seguidismo de Evo Morales y su administración hacia las consignas salidas de Caracas y La Habana.En el segundo caso, el gobierno de Rafael Correa se apresuró a aclarar que “Ecuador no es Venezuela”, no porque haya algún disenso fundamental con el autoritarismo del PSUV sino por los probables efectos, negativos para el oficialismo, que podría tener el golpe de Estado chavista.Sucede que la jugada de Maduro, a escasos días de la segunda vuelta ecuatoriana, puede espantar a buena parte del voto moderado con el que contaba el delfín correísta Lenin Moreno y consolidar una victoria opositora…[email protected]