La FELCN destruyó más de 35 mil kilogramos de marihuana fresca en ese municipio entre enero y marzo.
Mizque es el centro de producción de cannabis en la Llajta
PERSONAL DE LA FELCN INCINERA MARIHUANA EN TIQUIPAYA. ARCHIVOLos campos fértiles de Mizque, envueltos en corrientes naturales de agua y expuestos a temperaturas que no superan los 28 grados centígrados, conjugan el microclima casi “perfecto” para la germinación de robustas plantas de marihuana.A ese terruño que dista a 160 kilómetros del centro cochabambino, le basta menos de cuatro meses para incubar cannabis “de primera calidad”, calificativo que, en términos simples, hace referencia a una planta de gran altura y con muchas hojas.Cada planta de marihuana que se cultiva ahí, supera la estatura promedio de una persona boliviana. Crece más de dos metros y, en el mejor de los casos, hasta cinco, dimensión que se traduce en una cosecha de, por lo menos, dos kilogramos de marihuana fresca.Si así de imponente es una sola planta de marihuana, imagine siete mil juntas que representan, en potencia, a 14 mil kilogramos de droga.Esa cantidad de sustancias controladas en estado natural fue encontrada por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) en seis sembradíos, ubicados en las comunidades de Puca Pampa y T’ago Alto, del cantón Locopunku de la provincia Mizque. El hecho sucedió a 11 días del mes de enero y es, en lo que va del año, uno de los golpes más fuertes que se dio al narcotráfico en ese municipio.Entre enero y marzo de 2017, la FELCN realizó varias erradicaciones de plantaciones de marihuana en Cochabamba. Entre todas, nueve destacaron por los gruesos resultados obtenidos.Seis de las nueve intervenciones se realizaron en territorio mizqueño, por lo que ese municipio se constituye, de un tiempo a esta parte, en el centro de producción de cannabis de la Llajta.HERMENÉUTICA Identificar esos 14 mil kilogramos de cultivos de cannabis en Mizque implicó un arduo trabajo de inteligencia de por medio.A pesar de que, por su altura, de por sí las plantas de marihuana no pasan desapercibidas, los narcotraficantes recurren a diferentes estrategias para camuflar las plantaciones ilegales.Las 7 mil plantas de cannabis halladas en las comunidades de Puca Pampa y T’ago Alto, por ejemplo, estaban cercadas por maizales que superaban en tamaño a esa droga en estado natural.Lograr un cerco con esas características debió implicar un trabajo antelado y planificado. Se presume que los maizales se plantaron primero, uno al lado de otro, hasta formar una especie de muralla y, cuando alcanzaron una altura relativa, sembraron la marihuana. De esa manera se garantizó que, a medida que crecían, las primeras iban tapando a las segundas. Cuando la FELCN dio con las parcelas, las incineraron.DETENIDOS En el marco de ese operativo detuvieron a dos personas.De acuerdo con el director regional de la FELCN, Lizandro Patiño, generalmente, cuando se encuentra a los dueños de las parcelas donde germina la marihuana, justifican que desconocen que se trataba de sustancias controladas.“Según versión de los comunarios, es gente extraña la que los contrata para hacer las plantaciones”. Como los lugareños, supuestamente no saben identificar las semillas de cannabis, y, en algunos casos, ni siquiera conocen la apariencia física de la planta, acceden a cuidar los cultivos ajenos.Por esta razón es que la FELCN no logra dar con el paradero de los promotores de los sembradíos.EN LA MIRA Al margen de Mizque, los traficantes de sustancias controladas ficharon a un par de municipios más de Cochabamba que reúnen las condiciones necesarias para realizar plantaciones: Colomi (a 58 kilómetros de la ciudad) y Aiquile (a 220 kilómetros).El operativo en el que más marihuana se quemó en Cochabamba este año se realizó en Colomi.Se encontraron 45 mil plantas, tres en cada metro cuadrado, que alcanzaban hasta cinco metros de alto y contenían, en promedio, 27 mil kilogramos de cannabis en estado natural.La destrucción de únicamente ese cultivo significó un daño económico de más de 100 mil dólares al narcotráfico. Sin embargo, no se pudo dar con los responsables del hecho.ÉPOCA ALTA Patiño indicó que están realizando un trabajo intenso en esos poblados y, más aún, en esta temporada de lluvias porque “es cuando la marihuana se produce más. En época de sequía no, porque la base de crecimiento de la planta, como cualquier otra, es el agua”.La fuerza antinarcóticos despliega personal de lunes a domingo en diferentes puntos del departamento, considerando que las parcelas de marihuana están en lugares casi inaccesibles.POSICIÓN Respecto a la gran cantidad de cultivos ilegales de cannabis hallados en Mizque, el alcalde municipal, Melecio García, indicó que los uniformados de la FELCN no trabajan en coordinación con él, “casi nunca me entero de lo que se encuentra”.Añadió que la población mizqueña sabe que está prohibido el cultivo de esas plantas, es por eso que se dedican al agro. “Cosechamos maíz, papa, trigo y hortalizas”.Reconoció que como Alcaldía no realizan ningún control para identificar la marihuana, debido a que hay instancias públicas competentes.Ese municipio qhochala tiene casi 27 mil habitantes, de acuerdo con información del Censo Nacional de Población y Vivienda del año 2012, realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).DatosPrecioEl director regional de la FELCN, Lisandro Patiño, indicó que un kilogramo de marihuana cuesta 2.500 bolivianos, en promedio.CultivoEn América, las plantaciones de marihuana se inician entre octubre y noviembre, por lo que, la cosecha de las hojas se da en marzo y febrero.Las plantas de marihuana no prosperan en climas fríos.TiempoDependiendo de la variedad plantada, la marihuana demora en crecer entre cuatro a cinco meses.SemillasCada decena de semillas de marihuana, internacionalmente, se cotiza entre 100 y mil bolivianos.Fuente: OPINIÓN