El significado oculto de que Julia Robers haya sido elegida la mujer más bella del mundo

El histórico semanario estadounidense ha vuelto a elegir sus ‘most beautiful’ y la elección de Julia Roberts llama la atención. No solo porque sea su quinta vez, sino por esto otro…

Julia Roberts en el Festival de Cannes 2016.

Julia Roberts ha sido nombrada la mujer más bella del mundo por la revista People por quinta vez. Obtuvo el título ya en 1991, en 2000, en 2005 y en 2010, así que por una sencilla cuestión matemática, queda convertida en la bella entre las bellas, pentacampeona de las guapas, pandemónium de la hermosura ratificada en papel cuché.Supera además en acumulación de títulos a su compañero y sin embargo amigo George Clooney, que fue nombrado “hombre más sexy vivo” por la misma People en 1997 y en 2006.Más allá de los chistes sobre ese atractivo de ida y vuelta que aparece y desaparece como el Guadiana (todos entendemos que el título de persona más bella de la tierra es una convención cómoda para glosar los triunfos de actores, modelos o celebridades que están de relevancia en un momento concreto), hay dos aspectos importantes en este premio que procedemos a desgranar a continuación.

PRIMERO: LA EDAD

Julia tiene 49 años, una cifra en la que muchas de sus compañeras han sido desahuciadas de la industria del cine, convertida a partir de cierto momento en un Los juegos del hambre en el que las mismas actrices tienen que competir entre sí por cada vez menos papeles adecuados para ellas. Papeles para los que, además, probablemente Meryl Streep sea siempre la primera opción. Un ejemplo paradigmático: a esa misma edad Sharon Stone se ganó la burla de Saturday Night Live y la indiferencia del público al volver a interpretar a la bomba sexual Catherine Tramell en Instinto Básico 2.Esto es reseñable porque las elecciones de People suelen ir de la mano de picos de popularidad. En el 92, tras ganar dos Oscars con tres años de diferencia por Acusados y El silencio de los corderos, la elegida fue Jodie Foster. En el 94, la poseedora del título de “America’s sweetheart” del momento, Meg Ryan. Mel Gibson tras Braveheart lo fue en el 96. Leonardo DiCaprio fue el más guapo del mundo en el 98, en plena resaca del Titanic. Nicole Kidman, recién coronada tras Los Otros, Moulin Rouge y Las horas, fue nombrada mujer más bella del mundo en 2002 sin competencia posible. Angelina Jolie en pleno huracán mediático por su romance con Brad Pitt fue la elegida en 2006. Bradley Cooper celebró su tardío descubrimiento tras los Resacones en 2011 y una de las revelaciones de su momento, Lupita Nyong’o, recibió el título en 2014.

Los cinco títulos de Julia como mujer más bella del mundo por la revista People son triunfos en sí mismos. Con ella no se celebra a la estrella del momento ni al recién llegado que colma nuestro deseo de sangre nueva, sino un continuo. Puede que haya pasado algunos años alejada de la primera línea de las estrellas, pero nunca ha abandonado del todo el trabajo y, fundamentalmente, nadie se ha olvidado de ella. El público la ha seguido idolatrando pese a no ser, como explicábamos en este artículo, la mejor actriz ni la de carrera más brillante. Tres décadas siendo una de las mayores estrellas de Hollywood es una victoria sin parangón, y que en tiempos de denuncia del ageísmo –y de reivindicación de la belleza real, diversa y alejada del estándar de perfección y juventud perpetuas– People decida encabezar su lista con una mujer que entra en la cincuentena, otra conquista si cabe aún mayor.

SEGUNDO: OTRA VEZ LA EDAD

El segundo aspecto reseñable es también la edad. Lo de Julia no es un caso aislado, sino parte de una tendencia en la que lleva People los últimos años. En 2015 Sandra Bullock, con 50 años, fue nombrada ya mujer más bella del mundo en una decisión aún más arriesgada, y Jennifer Aniston con 47 recibió la misma etiqueta el año pasado. La lista masculina estaba en 2016 encabezada por Dwayne “The Rock” Johnson, en lo que al menos era una apuesta original, y por David Beckham en 2015. Repetimos: David Beckham en pleno 2015.

No tenemos nada que objetar a la belleza y atractivo de estos nombres, pero no podemos dejar de fijarnos ya no en quiénes encabezan la lista, sino en quienes no están. Los nombres (salvo tal vez el de The Rock) pertenecen todos a ídolos de varias generaciones, personas que veneran padres y abuelos pero desde luego muy pocos hijos. Los ídolos de nuevo cuño, la savia nueva que protagoniza los titulares y los timelines de los veinteañeros no llegan a lo alto de la lista. Ni Justin Bieber, ni Jennifer Lawrence, ni Selena Gómez ni Kirsten Stewart han sido nombrados “Persona más bella del mundo” por la revista People. Tampoco Kim Kardashian ni ninguna de sus hermanas (probablemente Kendall sea la que tenga más posibilidades). Estas elecciones están lejos de ser casuales, y nos hablan en realidad de la industria editorial y cultural de nuestros días.People obedece al deseo comprensible y lógico de vender revistas, y el público que las compra es cada vez más reducido y más envejecido. Que poner a Julia Roberts en la portada atraiga a más compradores objetivos que Miley Cyrus tiene que ver con la identificación del consumidor de revistas en papel y sus mecanismos de funcionamiento. No es que ya no sean millennials los que encabezan la lista, es que en el mejor de los casos son prácticamente baby boomers. Las generaciones intermedias han quedado atrás o apenas aparecen, en un síntoma más de la preponderancia cultural y económica de una generación muy concreta que mantiene todavía el status de la relevancia cultural. Está por ver si cuando los ahora más jóvenes lleguen a decantar la balanza de lo que importa en nuestra sociedad, encabezar una lista así seguirá significando algo. O incluso, según los pensamientos más apocalípticos, si las revistas de papel siguen teniendo algún papel (sic) en nuestro mundo más allá de loa anecdótico. Tal vez lo que ocurre es que la lista de los más bellos responde a un mundo que todavía no es el pasado, pero que está irremisiblemente condenado a serlo.Fuente: revistavanityfair.es