Las verdades, las mentiras y las interrogantes del caso Zapata

Página Siete presenta un esquema de aquello que está claro y lo que queda en la “nebulosa”.El juicio oral contra Gabriela Zapata, la expareja del Jefe de Estado -que radicó en el Tribunal Primero de Sentencia Anticorrupción de La  Paz-  comenzó el 17 de marzo  por  los delitos de presunta legitimación de ganancias ilícitas, falsedad ideológica, uso de instrumento falsificado, contribuciones y ventajas ilegítimas.Además, por el delito de uso indebido de bienes y servicios públicos, esto en referencia a las reuniones que Zapata habría sostenido con empresarios en la Unidad de Gestión Social del Ministerio de la Presidencia.La madrugada de hoy se dictó sentencia. La corte decidió  10 años de cárcel para la exgerenta comercial de la empresa CAMC  y otras penas para los demás acusados, aunque éstos  anunciaron que apelarán la decisión.Durante el desarrollo del juicio, los testigos -en especial los que presentó la  comisión de fiscales asignada al caso-  confirmaron varias dudas.  La más sobresaliente es la declaración que realizó la oficial de Registro Civil de Cochabamba  Ivette González, quien confirmó al Tribunal de Sentencia Anticorrupción que en 2007 el presidente Evo Morales reconoció y registró al hijo que tuvo con Zapata.A ello se suma  la declaración de Eduardo Velásquez, exfuncionario de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), quien corroboró a los jueces del Tribunal que en 2010 Zapata le visitó en sus oficinas y le mostró una copia de un certificado de nacimiento  en el que indicaba que el padre del menor era el presidente Morales.  Velásquez también fue testigo de cargo que ofreció la Fiscalía.Ayer, Zapata indicó que  su único error fue su carácter y recibir regalos de sus exparejas. «Yo no sabía que eso era un delito”, manifestó. También agregó que el terreno que tiene en Mecapaca y el departamento en San Miguel los adquirió con su exesposo Hugo Carvajal.Con todo, en la infografía adjunta se presenta los hechos que quedaron claros del caso, pero también las mentiras y las interrogantes que aún quedan.Página Siete / Beatriz Layme  / La Paz