El famoso río de Londres, visto a través de la mirada poética de Stefan Wermuth
El río Támesis ha sido el alma de la capital británica desde los orígenes de la ciudad hace unos 2000 años.
La arteria a través de la cual el comercio del mundo pasó a la altura del Imperio Británico, cuyos márgenes estaban llenos de fábricas que impulsaron la revolución industrial, dejaron sus aguas biológicamente muertas.
Ahora, con las centrales eléctricas transformadas en galerías, el río es el hogar de focas y marsopas (Vaquitas marinas) y se ha convertido en un espacio abierto muy querido.
Para el fotógrafo Stefan Wermuth, la mayoría de los días de trabajo transcurren en paseos junto al Támesis, cubriendo las maquinaciones políticas del Parlamento, el Banco de Inglaterra o una nueva exposición en la galería Tate Modern.
Un paseo por el río es una oportunidad para tomar un respiro del ritmo frenético de las noticias para disparar de una manera más lenta, reflexiva y creativa.
Durante tres meses, Wermuth caminó a lo largo de las orillas del Támesis, fotografiando el río y los objetos abandonados expuestos por la marea descendente.
Van desde lo mundano hasta lo enigmático: conos de tráfico incrustados de barro y remolinos de algas marinas hasta una paloma que yace junto a una rosa en la arena.
Fotos de Stefan Wermuth
Texto de Gabrielle Fonseca Johnson
Edición fotográfica de Dante Cosenza
Fuente: lanacion.com.ar