Querida. En esta fecha tan especial recibirá las atenciones de sus hijas.
Verónica Pino de Gottret, la hermosa Miss Bolivia 1992, abrió su corazón y nos contó el gran desafío de amar diariamente. Se siente agradecida con Dios y se considera bendecida porque sus hijas, Matisse y Monet, vinieron a agregarle más felicidad a su vida.
P. ¿Qué ha representado en su vida la maternidad? V.P.: Llegó un momento en mi vida, que ser madre era mi único deseo en la vida, mis dos niñas son un milagro del Señor, por su inmensa misericordia ahora me llamo mamá y es maravilloso.
P. ¿Cómo ha actuado cuando llegó la primogénita y después la otra niña? V.P.: Es verdad que con la primera se exagera más, se es más cauta, se pone una nerviosa hasta cuando llora y nos sabes qué hacer, te pones a llorar junto a tu bebé, pero ya con la segunda todo era más fácil y natural.
P. ¿Qué pensaba o sentía que sería ser madre y qué ha sido diferente?V.P.: Es todo lo hermoso que me imaginé, pero más cansador a veces (cuando hay tareas) de lo que pensaba.
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P. ¿Cómo compatibiliza la crianza y el trabajo? V.P.: Realizo cosmetología y decoración de interiores, pero ahora hice un alto a las cosas que me apasionan, para disfrutar y dedicarme solo a mis niñas y alguna vez de profesora sustituta en grados primarios.
P. Hábleme de su pareja, ¿qué papel tiene en la crianza?V.P.: Está también gozando de ser padre mi esposo, amo verlo bailar ballet con las niñas, o ser el corcel de ellas cuando juegan en la noche antes de dormir.
P. ¿Cambiará el mundo la forma en la que criamos a nuestros hijos?V.P.: Totalmente de acuerdo, creo que la mayoría de los traumas y problemas son a raíz de una familia ausente. El amor, la paciencia al ser humano y a los seres vivos son valores que siempre debemos inculcar a nuestros hijos.
Fuente: eldia.com.bo