Pedro ShimoseMientras un muchacho de 16 años leía, en Riberalta, el libro Revolución y Universidad en Bolivia (1956), el autor del libro –otro muchacho de 23 años, llamado Mariano Baptista Gumucio (Cochabamba, 11.12.1933)– desempeñaba, en Londres, el cargo de secretario de la embajada de Bolivia. Esa fue mi primera relación con un escritor adolescente que, años después, publicaría La guerra final (1965) y Los días que vendrán (1969), libros que nada tienen que ver con el primero, fruto de la pasión juvenil. Desde entonces, he seguido leyendo con interés y estima a ‘Mago’ Baptista, humanista que te enseña, entre otras muchas cosas, a conocer y valorar lo nuestro. El 9 de abril de 1952, un típico golpe de Estado se convierte en la denominada Revolución Nacional. Hernán Siles Zuazo, jefe de la rebelión civil, tomó Palacio Quemado mientras el líder del partido insurrecto retornaba del exilio en Buenos Aires. Una vez instalado en Palacio, Paz Estenssoro designa secretario privado del presidente (1953-1956) a un joven de 20 años. Ese adolescente era ‘Mago’ Baptista Gumucio, nieto del otro ‘Mago’, el presidente Mariano Baptista Caserta (1892-1896). Al finalizar su primer mandato, en 1956, Paz Estenssoro envía a su secretario a Londres, como funcionario de la embajada de Bolivia. ‘Mago’ tenía 23 años.Ensayista, periodista, historiador, antólogo, biógrafo, diplomático, político, pedagogo, autor de más de 50 libros, ‘Mago’ es uno de los bolivianos que más ha luchado por situar a nuestro país en la escena mundial. Es también uno de los pocos bolivianos que aún cree en la educación y en la cultura (aunque desconfíe de la escuela tradicional y rechace la ‘kultura’ autoritaria) como medios para cambiar este país que él llama “país tranca”. Ha publicado libros que expresan su preocupación por el destino del planeta y por el progreso en libertad que requiere nuestro país. Por eso, me parece atinado el título del libro Por la libertad y la cultura que don Luis Urquieta Molleda –escritor, académico de la lengua, director de la gaceta literaria El Duende, de Oruro– editó y prologó el año pasado en homenaje a ‘Mago’ Baptista. En 390 páginas reúne entrevistas, ensayos, artículos, notas, semblanzas y fotografías que él recopiló para honra de uno de los escritores más importantes de Bolivia. Entre los numerosos galardones recibidos por ‘Mago’ Baptista (premios, medallas, diplomas, condecoraciones) este me parece el mejor, puesto que si alguien ha hecho algo por la lectura y el libro en nuestro país, ese es ‘Mago’ Baptista. Tanto el editor, don Luis Urquieta Molleda, como los autores de los textos, pueden darse por satisfechos al hacer público el aprecio que sienten por el intelectual vivo más universal de Bolivia y, al mismo tiempo, el escritor más fecundo de nuestras letras: Mariano Baptista Gumucio. // Madrid, 23.06.2017.El Deber – Santa Cruz