El problema no es Maduro: es Cuba

Emilio Martínez Cardona*La intransigencia de la dictadura de Venezuela parece a prueba de protestas internas y condenas internacionales, aunque éstas deban continuarse y profundizarse. Pero el hecho puede ser un síntoma de una limitación en el enfoque con que se analiza a la tiranía chavista.Es hora de pensar que el problema no es Maduro: es Cuba. Y actuar en consecuencia.Si el régimen de Caracas es en realidad un títere de La Habana, los esfuerzos de sanción global deberían ampliarse para afectar también al núcleo totalitario continental, situado en la isla caribeña.Me explico: la Unión Europea podría condicionar su deshielo con Cuba a un repliegue en la injerencia castrista en Venezuela, los países latinoamericanos deberían a su vez congelar vínculos con La Habana y la administración de Trump endurecer aún más sus condicionalidades a la recomposición bilateral.Todo esto, claro, sujeto a una revisión de la masiva presencia cubana en tierras venezolanas. No habrá estabilidad para las democracias latinoamericanas mientras la dictadura estalinista de los Castro siga con su política de exportación de la revolución, así sea bajo los ropajes del socialismo del siglo XXI y el capitalismo militar de Estado. *Escritor y analista político. Autor del libro “Ciudadano X”