En 2016 una noticia hizo alegrar a pobladores de la zona La Rinconada, un barrio a 20 cuadras de la plaza principal de Tipuani: se encontró una veta de oro a pocos metros de una unidad educativa.TIPUANI. El letrero del segundo dique de cola abandonado a metros de la cancha del colegio San Juanito Montecarlo. Foto: Jorge QuispeUn letrero azul que indica “peligro prohibido acercarse” es la única alerta para 250 escolares de la escuela San Juanito Montecarlo, en Tipuani. Allí, una cooperativa aurífera descubrió y explotó oro, pero se fue del sitio sin rellenar los pasivos ambientales.En 2016 una noticia hizo alegrar a pobladores de la zona La Rinconada, un barrio a 20 cuadras de la plaza principal de Tipuani: se encontró una veta de oro a pocos metros de una unidad educativa.La Cooperativa San Juanito de Montecarlo se puso manos a la obra y empezó la explotación aurífera que duró meses. Mientras, las clases no se detuvieron.En febrero, luego de explotar cada resquicio de la veta y de trabajar día y noche, la empresa se fue del lugar, pero dejó dos diques con residuos mineros.El primer estanque de desechos mineros se encuentra detrás de la unidad educativa. Está repleto de aguas verdes y oscuras, al acercarse hay un olor a metal que no está acorde con la vegetación tropical de la zona. La “piscina” de residuos está a unos 50 metros de las aulas y es más grande que un campo de fútbol de salón. “Aquí no pueden entrar los niños”, avisa el portero Marcos Mendiguri y muestra una puerta de calamina vieja que debe impedir el tránsito de los escolares.El otro foco de desechos tiene unos seis metros de ancho por diez de largo y está a un costado de la cancha donde los niños juegan y pasan Educación Física.La Razón Digital / Jorge Quispe / La Paz