Zidane, el acaparador de títulos internacionales

El entrenador del Real Madrid no para de ganar. A su modo y manera, construye el Imperio Blanco.Zinedine Zidane, en acción. Su Real Madrid ganó todo lo que jugó en el ámbito internacional. (REUTERS)Zinedine Zidane luce una tranquilidad ajena a la circunstancia. Su equipo, el Real Madrid, acaba de ganarle la Supercopa de Europa al Manchester United. No se trata de una pose. Es un modo de actuar, de entender el fútbol. Aquel cabezazo a Marco Materazzi, en la final del Mundial de 2006, tuvo otras razones. Habían insultado a los suyos: a su mamá Malika y a su hermana Lila. No lo soportó. Hoy, este francés de raíces argelinas parece capaz de administrar aquella ira y muchas otras cosas más. El hombre conduce a un Real Madrid que anda por la vida construyendo récords. En su ciclo, Zizou ganó los cinco títulos internacionales que disputó. Y por primera vez desde el Milan de 1990, se repitió un doblete en la Champions League y en la Supercopa.

«Campeón invencible», grita el diario Marca, desde Madrid. En el lugar de los festejos, en el estadio Philip II, de Skopje, la capital de Macedonia, Zidane saluda a sus jugadores sin exageraciones y a sus rivales con respeto. Sonríe, pero no hay grandilocuencia en ninguna de sus exposiciones. El equipo se ofrece a su imagen y semejanza: no es pretencioso, brinda lo necesario sin jactancia. Así, en un partido parejo, le ganó el United de Mourinho.No fue brillante lo que brindó el Real Madrid en esta nueva final ganada. Comenzó el partido imponiendo condiciones. Se puso en ventaja con un gol de Casemiro (en una mínima posición adelantada, de acuerdo con las quejas de varios jugadores ingleses). ya más tarde, se sumó Mou: “Con el VAR el resultado al descanso habría sido 0-0”.

Real Madrid no retrocedió. Se hizo cargo de la pelota. Convirtió el segundo tanto, ya en el segundo tiempo, luego de una exquisita maniobra que tuvo a Isco como partícipe imprescindible. El mediocampista -otra vez titular, apuesta fuerte de Zidane, MVP del partido- condujo al equipo tal como le gusta al entrenador. Fue un líder enfocado en la construcción colectiva, siempre dispuesto a aparecer como opción de pase, invariablemente generoso para ceder la pelota. Decisivo, también, ante la chance relevante.



Hubo otros dos jugadores fundamentales en la victoria del Real Madrid. Dos de los que contaron con el aval del técnico para ganarse espacio o para sostenerse. Casemiro parecía un rezagado con inminente cesión a préstamo al momento de la llegada de Zidane. Desde el arribo de ese francés del barrio La Castellane, el brasileño es un indiscutido, uno de los mediocampistas de marca más influyentes del mundo. Keylor Navas -figura de Costa Rica en el último Mundial- vivió días de quejas ajenas en algunos momentos de la última temporada. Los medios de Madrid mencionaban reemplazantes cada semana. Yaz -como le decía su mamá a Zinedine- confió en el centroamericano. Navas agradeció con atajadas decisivas. Como ante Marcus Rashford, en la noche de Skopje, con el partido 2-1.Zidane llegó a la Casa Blanca hace menos de dos años. Era un consagrado, con espacio en el Museo del Santiago Bernabéu. Pero en el breve lapso como entrenador ya se ubicó en el pedestal de los gigantes del rubro. Sólo otros tres entrenadores sumaron más títulos que los seis del francés (los cinco internacionales más la Liga de la campaña 16/17). Delante de él apenas figuran: Miguel Muñoz (14 títulos entre 1959 y 1974), Luis Molowny (8 entre sus varios ciclos en los setenta y los ochenta) y Vicente del Bosque (7 entre 1999 y 2003).Ahora, en breve, buscará un lugar en ese podio: será en la Supercopa de España frente al Barcelona (el 13 y el 16 de este mes). Esos dos encuentros resultarán además una excelente muestra de poder de uno y de otro de cara a la temporada de la Liga de España que los cuenta como inevitables candidatos.“Este equipo tiene hambre, siempre quiere más”. La frase de Zidane -pronunciada justo después de esta última conquista- habla del equipo que conduce, pero también habla de él. “No sé si se puede jugar mejor, pero sí sé que lo intentamos. Sabemos que hay rivales difíciles, muy buenos, ya el domingo tenemos otro. Tenemos ambición de hacerlo cada vez mejor”. Queda claro también en sus palabras. Va por más. Va por todo.Fuente: clarin.com