El Concejo aprobó una ley para expropiar casi 200 ha, pero falta completar los requisitos para obtener la ficha ambiental de la Gobernación. El relleno sanitario tiene que funcionar 30 años. En Paurito hay expectativa vecinal porque se oponen a que sea en su territorio
Igor Ruiz [email protected] tiempo apremia para la Alcaldía de Santa Cruz de la Sierra que debe reunir los requisitos para obtener la ficha ambiental de parte de la Gobernación para la construcción de la planta de tratamiento de residuos sólidos, toda vez que el vertedero de Normandía está colapsando y debe dejar de recibir desechos hasta junio de 2018, según recomendaciones de una auditoría ambiental.Aunque no se ha revelado el lugar donde se establecerá el nuevo relleno sanitario, un grupo de pobladores del distrito 14 (Paurito) está movilizado porque se opone al proyecto, pues, según rumores, el lugar escogido está en esa zona situada al sureste de la capital. Pese a que el Concejo Municipal aprobó el 12 de julio la ley 593, para expropiar 200 hectáreas por necesidad y utilidad pública, el gerente de la Empresa Municipal de Aseo Urbano de Santa Cruz (Emacruz), Johnny Bowles, dijo que hasta no contar con la ficha ambiental otorgada por la Gobernación no será revelado el lugar exacto para evitar que por segunda vez se frustre el proyecto, pues según normas nacionales, por seguridad no deben existir urbanizaciones a 1.000 metros a la redonda de un vertedero.ReciclajeBowles es optimista y espera que hasta mediados de octubre esté listo el estudio de reingeniería del proyecto que permita el funcionamiento de sostenibilidad por 30 años. Además faltan los análisis complementarios para que la Secretaría de Medioambiente de la Gobernación les dé la categoría 2.“El objetivo de la comuna es industrializar la basura, tenemos ofertas de varias empresas internacionales que quieren realizar el trabajo con su propia inversión, por ello esperamos hasta diciembre sacar una licitación, esto no interfiere con la recolección de residuos sólidos con Vega-Solví, cuyo contrato vence en 2018 pero, según el acuerdo, se puede prorrogar hasta tener definido el lugar del nuevo vertedero”, dijo Bowles.Mientras tanto la recolección diferenciada, establecida en el contrato con Vega-Solví, la cual está en manos de 800 vecinos ecológicos, seguirá operando en la planta construida dentro de Normandía.OposiciónEl primer proyecto del nuevo vertedero fue frustrado por la Gobernación debido a que el predio escogido está situado en un área en disputa con el municipio de Cotoca y porque está a solo cinco metros de la urbanización Urupé, aparte de afectar un cuerpo de agua.“La Alcaldía cruceña debe presentar los informes de las curvas de nivel, el análisis del suelo y demostrar que no esté cerca de un arroyo o quebrada, una vez reúnan todo, la Gobernación agilizará la aprobación de la ficha ambiental, pues entendemos que Normandía no abastece para más relleno”, indicó Éricka Plata, directora de Calidad Ambiental.Aunque por estrategia la comuna no dice dónde será el nuevo vertedero los vecinos de Paurito están emergencia.“Los pauriteños estamos preocupados porque la comuna no nos ha preguntado nada, no queremos que sea una sorpresa desfavorable, pues nuestras tierras se desvalorizarán y el incipiente turismo dominguero desaparecerá”, anotó Eduardo Farell, vocero de los vecinos de Paurito y de los habitantes de la comunidad Usuró, que puede verse afectada.
Fuente: eldeber.com.bo