50 años de la gran victoria de Ñancahuazú


Cnl. DAEN. (S.P) Jorge Santistevan Justiniano 

En los años 60 América Latina estaba estremecida por la onda expansiva de la revolución cubana, todo un conjunto de movimientos revolucionarios nacen y se refuerzan ideológica y materialmente para la lucha armada.

A mediados de 1965, el partido comunista de Bolivia, a través de su secretario general Mario Monje Molina, se manifestó favorable a la guerra de guerrillas, quien, el año 1966 luego de intercambiar opiniones con Ernesto Che Guevara (“Ramon”), expresó su desacuerdo ante la imposición del Che para comandar la guerrilla en Bolivia. El mismo año, en la región del Ñancahuazú se instala el primer campamento guerrillero, en una zona oriental boscosa y remota, nada apropiada por su escasa población. Las pequeñas aldeas sin terratenientes, estaban pobladas por campesinos pacíficos; la reforma agraria dio a cada habitante su parcela de tierra y la trabajaban a su propio ritmo, en consecuencia, el campesino de la región, de forma natural sintió la necesidad de unirse para defender su propiedad creada por propio esfuerzo contra los “intrusos”, que de buena gana podrían “cosechar lo que no habían sembrado”; el campesino temía a los guerrilleros. Una vez que la insurgencia se dio a conocer, la reacción del pueblo boliviano fue de rechazo rotundo a la aventura marxista que buscaba imponer un régimen político absolutista y totalitario similar o aún más rígido que el de cuba.



El 23 de marzo de 1967 en la quebrada del Ñacahuazú los insurgentes montan la primera emboscada a una columna boliviana, ocasionando siete bajas al ejército nacional. Luego el 8 de mayo montaron otra emboscada en la que el Sbtte. Henry Laredo Arce encontró la muerte combatiendo estoicamente. Así sucesivamente el 15 de mayo y el 10 de junio se libraron combates en el espino, muchirí y el cafetal, con bajas para ambas partes. Uno de los hechos que desmoralizo seriamente al “Che Guevara” fue el aniquilamiento de la columna de Joaquín el 31 de agosto por parte del Ejército boliviano; entonces toma la determinación de abandonar la zona y dirigirse hacia el noroeste, hasta llegar a la higuera. Las patrullas militares no dieron tregua a los guerrilleros y el cansancio físico los agotó por completo pues pasaron varios meses (6 meses aproximadamente) huyendo a manera de un grupo nómada; en lahiguera los Rangers de la 8ª División encontraron al grueso del grupo de Che Guevara en la quebrada del Yuro y la mañana del 8 de octubre de 1967 fue derrotado definitivamente, cerrándose una página más de la historia de nuestra patria.

El Che Guevara no fue ni un valiente, ni un idealista, porque un líder no se entrega al enemigo como lo hizo el, “no me maten soy el che….” Les gritó a dos jóvenes soldados de 18 años; por el contrario un héroe muere luchando por su patria y por sus ideales, como lo hicieron nuestros héroes nacionales. La figura del che, convertido en un mito, por los “socialistas” bolivianos, (actual régimen de gobierno) solo significa “sangre» y si vemos a este hombre históricamente, NO HIZO NADA POR LOS BOLIVIANOS, por el contrario dejo luto. La imagen del Che que algunos lucen en prendas de vestir, en las oficinas publicas, significa “sangre” y DERROTA.La falta de figuras socialistas en el país, da pie a la necesidad de crear una importante publicidad de la imagen de Guevara; un extranjero consagrado y glorificado por algunos malos bolivianos; toda expresión de homenaje a él implica un agravio a nuestro país y a los héroes nacionales; su figura sirve a los dirigentes “socialistas” de inspiración para convertirse en la clase más privilegiada del Estado boliviano.

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La clase política debe superar el lado mediocre, tan propio del pensamiento colonial que endiosa al extranjero. Es indignante ver que con nuestros recursos adulan a extranjeros y defenestran a los héroes que ofrendaron su vida por la patria. Debemos recordar siempre, que cualquiera sea la línea, tendencia o ideología política no debe alterar el respeto que se debe al Estado.

Según la ley 1768 y la C.P.E. del 1967, los insurgentes extranjeros cometieron los siguientes delitos: sedición,  asesinato, robo, abigeato, entre otros; los bolivianos que traicionaron a Bolivia y se unieron a los guerrilleros, cometieron los delitos de traición a la patria, alzamiento armado, participación criminal, sedición, atribuirse los derechos del pueblo, organización criminal, tomar armas o prestar servicios en ejército enemigo en tiempo de guerra; todos tienen una deuda con la justicia y con el pueblo boliviano.

Algunos siguen pensando que «la figura a seguir, es el che», son solo fanáticos, que lucen la imagen del Che 0rgullosamente en prendas de vestir y en oficinas públicas del Estado, como el gran ídolo; pero un líder, que lucha por sus ideales, nunca se rinde ni se entrega a su enemigo para salvar su vida, un idealista muere luchando por su patria o por sus principios, como lo hicieron nuestros héroes nacionales.

El “che” Guevara, no hizo nada por nuestro país, por el contrario dejo sangre y luto, pero hoy la dirigencia política boliviana sometida al castrismo cubano, levantan estatuas y las veneran, asignan el nombre del “che” Guevara a un centro cultural como si no hubieran figuras nacionales, fijan nombres a principales calles y avenidas de nuestro país; humillando a la sociedad boliviana. Bolivia tuvo y tiene notables, porque no se los reconoce? ¿porque son bolivianos? o ¿porque no tienen la barba del che? basta de someternos de oficio al extranjero, vivamos con dignidad. Cualquier manifestación en homenaje al che, implica un agravio a nuestro país, a los héroes de la independencia y particularmente a los excombatientes de la guerrilla del 67.

Los bolivianos en Santa Cruz los próximos días, festejaremos la victoria; en Vallegrande los socialistas festejaran la derrota; en Santa Cruz honraremos a nuestros héroes; en Vallegrande los socialistas honraran a los invasores; en Santa Cruz festejaremos la libertad y la dignidad del pueblo boliviano; en Vallegrande festejarán subordinación al extranjero, que lo único que saben hacer, es exportar“subversión”.

Nos sentimos orgullosos al recordar los 50 años de la victoria militar de Ñancahuazú, la gran victoria que fue del “Equipo” es decir de todos los bolivianos. Abogado, Docente Universitario, Presidente del Centro de Diplomados en Altos Estudios Nacionales de Santa Cruz