Entre árboles de kewiñas y pasifloras inicia el recorrido hacia la morada de decenas de aves del Parque Nacional Tunari. A una hora de distancia y a más de 3.000 metros de altura, la comunidad de San Miguel despierta con el canto de los seres alados de todo tamaño y color.Al ingresar por las faldas de la cordillera, el viento empieza a enfriar el ambiente. Kilómetros más arriba, se escucha la leve caída de una torrentera y un nutrido bosque de kewiñas empieza a asomarse.Un letrero desgastado y un paisaje rural con pequeñas casas de adobe y campos arados abren el sendero hacia el “Mirador de aves de la Comunidad San Miguel”.Después de recorrer un camino frondoso, un riachuelo y campos verdes se llega a la punta del mirador, donde se pueden ver algunos vencejos, remolineras y chiguancos.En una mañana pueden observarse más de 20 especies. El pepitero colorado con el pecho naranja posa entre los eucaliptos, esta ave sólo se encuentra en el norte de Argentina y Bolivia.Las bandadas de jilgueros, con las plumas verdes amarillentas se asientan en la pampa. En el bosque, el pájaro de los kewiñales (“Oreomanes fraseri”) aparece con una figura voluptuosa y color ladrillo.El biólogo y experto en aves —que guía el recorrido—, José Balderrama, explica que es un privilegio observar esta especie. Mientras que en medio recorrido tres aficionados corroboran el encanto del parque. Una de ellas es Sara Greespan, que llegó de Los Ángeles (EEUU) y se mostró sorprendida por aves endémicas, que sólo existen en el Tunari.El lugar, poco conocido, es el único mirador de esta reserva ecológica. Al dejar el bosque, se ve un naranjero azul y amarillo que se asoma a la ventana, listo para ser admirado.
El mirador de aves se encuentra en la comunidad de San Miguel, al norte de Quillacollo. Los campesinos coadyuvan en la preservación ecológica.
Daniel James
187ESPECIES DE AVESEl Parque Tunari alberga 187 especies de aves entre ellas la monterita o “Compsospiza garleppi”, endémica de la región.
