Los resultados de la encuesta de Página Siete revelan la misma deficiencia que ya se advirtió en la elección judicial de 2011: es imposible que los electores conozcan a los 95 candidatos a magistrados y estén informados sobre sus méritos profesionales.En una elección para presidente, para gobernador o para alcalde, las opciones son limitadas, pertenecen a partidos y liderazgos de trayectoria conocida y expresan visiones o programas sobre los que la población tiene alguna información.A esa dificultad se suma la restricción a hacer campaña electoral y la desconfianza de la mayoría de los electores hacia el proceso de selección congresal de los candidatos.La Constitución Política del Estado y la Ley de Régimen Electoral han definido un procedimiento de elección fallida. Pero en lugar de promover una reforma integral de la justicia y definir un criterio de elección de las autoridades judiciales que sea parte de esa reforma, el Gobierno ha preferido continuar con la misma fórmula que le asegura el completo sometimiento de los magistrados a sus designios políticos.A todas estas deficiencias de diseño constitucional y legal hay que añadir la circunstancia de que el Gobierno ha anunciado que su principal objetivo histórico es la reelección indefinida de Evo Morales y que para lograrlo requiere un fallo judicial que declare que la Constitución Política del Estado es inconstitucional, algo que sólo un tribunal obsecuente podría aprobar o refrendar.Esa idea fija ha terminado por malograr la elección judicial y convertirla en un nuevo referendo sobre la posible reelección de Evo Morales.Los que estén en contra de la reelección votarán nulo y los que estén a favor elegirán indistintamente a cualquiera de los 96 candidatos, porque todos han sido seleccionados por el Movimiento Al Socialismo (MAS) para lograr ese objetivo supremo.En 12 años de gobierno, el MAS sólo ha empeorado la administración de justicia y no está en sus planes ni en sus posibilidades hacer la reforma que requiere ese poder del Estado. Pero para la reelección de Evo Morales, el sistema judicial que tenemos basta y sobra.Fuente: paginasiete.bo