Según el ejecutivo de Apple Music, los márgenes de beneficios no son suficientes como permitir unos ingresos sólidos a largo plazo. Las grandes compañías tienen otros pilares sobre los que sostener un negocio de contenido en streaming, pues este forma parte de un entramado mucho más complejo que el de aquellas construidas alrededor de un único servicio. Esta es la razón por la que Apple Music cuente con una mejor salud que Spotify, pese a que tiene la mitad de suscriptores que este último (30 vs. 60M). Así lo ejemplificaba Iovine en un texto recogido por Billboard:
Amazon vende Prime, Apple vende teléfonos y iPads; en Spotify van a tener que figurar una vía para que la audiencia compre algo más.
Pagar por lo gratuito
La solución para Spotify, sin embargo, no se antoja como algo sencillo. Mientras que servicios de vídeo como Netflix, HBO o incluso el propio de Amazon cuentan con contenido propio con el que atraer clientes, el apartado de la música es ligeramente diferente. El fundamento es parecido, pero falta el extra del contenido original, pues las canciones son prácticamente las mismas en todas las plataformas. Pagar por una suscripción sabiendo que hay una exclusividad implícita es mu diferente a pagar por algo que, puedes tener gratis.
Sin embargo, crear contenido propio no es ni sencillo ni barato, y es un escenario por el que cuesta imaginarse pasando a Spotify a corto plazo. ¿Cómo conseguir, entonces, mayores beneficios? Eso es algo que está por ver, aunque quizá lo más fácil de suponer es un hipotético modelo de suscripción únicamente de pago, eliminando la opción gratuita. Se perderían muchos usuarios, pero sin duda otros muchos, ya acostumbrados al entorno, pasarían por el aro.Por el momento, se desconoce si en Spotify están pensando en mover ficha de manera determinante en algún sentido, pero las palabras de Iovine nos dejan pensando si dentro de no mucho todos los servicios de contenido en streaming estarán gestionados por una gran corporación. Si está en lo cierto, no tardaremos demasiado en comprobarlo.