[vid url=http://cd1.eju.tv/wp-content/uploads/2018/01/PB1801250752.mp4]La Asociación de Productores de Trigo y Oleaginosas (Anapo), a través de su presidente Marcelo Pantoja instó a los sectores que participan en la cadena productiva de la soya y sus derivados, que aún no han aceptado el acuerdo, en especial los avicultores, llegar a un consenso en el precio según los parámetros establecidos para la exportación de ese producto. De igual manera la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob), manifestó a través de su presidente ejecutivo, Guillermo Ribera Cuéllar que “no se pudo llegar a un acuerdo con algunos sectores avícolas y lecheros de Cochabamba, en la metodología de fijación de precios de harina y cascarilla de soya, hecho que viabilizaría el decreto de liberación de las exportaciones de soya y sus derivados”.Explicación sobre el precio. El titular de Anapo, dijo que los dirigentes deben informar bien a sus bases, por lo que explicó que no puede haber subsidio entre sectores para que haya crecimiento. «Están manejando datos erróneos, porque hoy por hoy la harina no está en 262 dólares, si hacemos el cálculo de acuerdo a la fórmula del Gobierno, la harina actualmente de acuerdo al precio de los últimos seis meses de la soya está en $us 281, y se ha logrado una fórmula que está relacionada al precio de Chicago, la diferencia de soya en grano y la harina es un coeficiente, eso se lo aplica al mercado local al precio promedio que pagan las industrias y es muy razonable, mantenemos la diferencia de Chicago a los que se pagan en Bolivia que es de $us 301», aseveró, por lo que pidió a los productores de pollo que no están de acuerdo que no den datos erróneos a su sector. «Pasar mala información provoca que se den noticias como la subida de precio del pollo y chancho y ninguno de estos productos va a subir por dos motivos, porque el precio del pollo no depende del costo del insumo, sino de la oferta y la demanda y segundo, la incidencia del incremento de 20 dólares en el costo de la harina es mínima porque solo se usa entre el 28 y 30% en la dieta del pollo, lo más fuerte es el maíz», apuntó.Debe haber un acuerdo entre privados. Entre tanto el presidente de Caniob, dejó en claro que el Gobierno nacional propuso a los sectores de la cadena oleaginosa trabajar la redacción de un Decreto Supremo para la liberación total de las exportaciones y establecer acuerdos que garanticen el abastecimiento del mercado interno. Desde la primera reunión entre sectores del complejo oleaginoso se definió que la condición para liberar las exportaciones es que también se libere el mercado interno para el grano de soya y sus subproductos, lo que significa que debe ser el mercado de oferta y demanda el que determine los precios.Actualmente, el mercado interno de la harina de soya y cascarilla se encuentra regulado por el Ejecutivo nacional, mediante una Resolución Bi Ministerial quien, a su vez, firma convenios con las industrias, determinando los cupos y precios, que las industrias deben cumplir.Durante el transcurso de las diferentes reuniones sostenidas en las últimas semanas con los distintos sectores y el Gobierno, las industrias representadas por Caniob, expresaron su voluntad de llegar a consensos y acuerdos con los eslabones de la cadena productiva oleaginosa, para poder establecer mecanismos para la liberación del mercado para el grano de soya y sus subproductos, con la finalidad de coadyuvar al crecimiento y desarrollo económico y sostenible del sector oleaginoso. Sin embargo, esto no fue posible puesto que algunos sectores avícolas y lecheros del departamento de Cochabamba no tuvieron la voluntad de trabajar en el establecimiento de una metodología de fijación de precios de la harina y cascarilla de soya, que ayude al equilibrio de toda la cadena oleaginosa.La posición negativa de los sectores de Cochabamba está en función de querer mantener el actual sistema de control de cupos y precios, lo cual provoca un desequilibrio entre los actores de la cadena productiva oleaginosa. Los sectores avícolas y lecheros reciben la harina de soya a un precio diferenciado, lo cual genera un subsidio a ese sector.Sobre el temor de desabastecimiento en la actualidad, el representante de Caniob dijo enfáticamente que: “Actualmente, el mercado interno está totalmente asegurado porque las industrias están abasteciendo de harina de soya, de acuerdo a los cupos y con el precio determinado por el Gobierno, mediante la Resolución Bi Ministerial Nro. 001.2018 del 16/01/2018 y los convenios firmados en esa misma fecha, hasta que se determine una nueva metodología entre los sectores involucrados. Por lo tanto los reclamos son infundados”.También aclaró “que las industrias oleaginosas compran todo el grano de soya que se produce en el país y que, a pesar de ello, la producción primaria es insuficiente para cubrir la capacidad instalada de molienda, generando un déficit de aproximadamente 1,9 millones de toneladas de grano. Esta situación nos perjudica, porque existe una paralización de las operaciones de molienda de unos tres meses, con grandes perjuicios económicos por el mantenimiento de fuentes de trabajos y otros costos fijos de producción”, expresó el representante de Caniob.4 Por cientoDe la producción de soya es la que consume el sector avícola del país.80 Por cientoDe la cadena productiva está de acuerdo con el precio fijado.Fuente: Cadena A, El Día