Corazones nuestros en Whatsapp

Emojis, el nuevo lenguaje del corazón.



Ya lo dijo Mirtha en la #mesaza. Nos ponemos más cariñosos en el Whatsapp. Chiquita chatea de madrugada. Lo confiesa seguido en sus noches o almuerzos. La diva manda mensajito a las 2 am, a las 3 am, a las 4 am… y, lo mejor, ¡espera respuesta! “Si me contestan a esa hora bien y sino también”, sonríe divertida. Captó el código.

Nacimos en la era del teléfono con cable enrulado. Y en casas que valían más si tenían el aparato de Entel. Whatsapp ¿aleja o acerca? ¿Amenaza como peligro en puerta? ¿Es sobresalto al corazón? ¿O autopista para el amor? ¿Curva sinuosa? ¿O ruta escandalosa?

Los dinosaurios tuvimos que aprender a usar los “emoticones”. No son chino mandarín sino emoción sinfín. De chicos nos ¿enseñaron? a “manejar” los sentimientos. Y ahora los coloreamos pantalla en mano. La experiencia resulta agradable, regalar corazones sin intención. Mi tía adora la lluvia de corazones. Como a Mirtha, la hace sonreír. A mí también. Me siento Chiquita y chiquita a la vez cuando se dispara. Cuando hace ruido y los corazones vuelan como globos. Es un instante de felicidad. Efímera y privada. Verdadera.

Aún así, hay que admitir que algunos emoticones desconciertan. Un amigo me manda el otro día un corazón rojo. ¿Es una declaración? ¡Nada que ver!, gritaron mis amigas las millennials. Corazón rojo significa buena onda y punto. Entonces me detuve a pensar en mis emoji confusiones: corazón amarillo, tibio calor; corazón azul, protección; corazón violeta, paz y amor; corazón negro, luto o cool obsesión. ¿Hay una regla? Ahora no me hago problema. Aprieto “send” con efusión. Más vale que sobren corazones rojos. Y que nunca falte amor.

Fuente: clarin.com