Los que critican los gastos millonarios que hace el Gobierno en el rally Dakar suelen decir que con ese dinero se podrían construir varios hospitales de segundo o tercer nivel y quién sabe que otras cosas indispensables para la población que enfrenta graves problemas de salud. El apoyo a la competencia automovilística no trae ningún beneficio al país, puesto que se trata de una estrategia de propaganda exclusivamente dirigida a fortalecer la imagen internacional del presidente Morales.
Conviene decir que el primer mandatario también ha construido muchos hospitales de todos los niveles posibles, con mucho mayor inversión que el rally y todas las cumbres que se han hecho en los últimos años.
Lo triste es que esos hospitales, al igual que las canchitas de fútbol y los aeropuertos en medio del monte, tampoco son de gran utilidad porque son puro cemento, no tienen médicos, enfermeras ni equipamiento. En otras palabras, se construyeron exactamente con los mismos fines del Dakar. La mayoría de los bolivianos ignora que la mayor parte de los problemas de salud de la gente no se solucionan con hospitales, sino con educación, prevención y buenos servicios básicos. El Gobierno lo sabe pero sabe mejor que eso no sirve de propaganda como el Dakar.
Fuente: eldia.com.bo
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