Parece una burla y cuando menos incurrir en humor negro festejar la promulgación del estatuto autonómico de Santa Cruz, un soberano saludo a la bandera, pues en los hechos vivimos en uno de los países más centralistas del mundo, donde la concentración de los recursos va en aumento. La autonomía puede implicar muchos factores, pero sin plata es simplemente letra muerta. Al iniciar su mandato, en el 2006, el Gobierno central manejaba algo menos del 50 por ciento de los recursos nacionales, mientras que el resto lo controlaban las prefecturas, corporaciones regionales, alcaldías y universidades públicas. Con el paso del tiempo y especialmente con el aumento de los ingresos públicos, el régimen del MAS fue aumentando el control hasta conseguir que más del 80 por ciento de los recursos públicos estén en manos de las instancias centrales, especialmente de la presidencia que tiene en sus manos la mayor parte del presupuesto nacional. Los funcionarios de la gobernación se pasan el año protestando por los recortes y el sangramiento del que son víctimas. ¿Ahora festejan?
Fuente: eldia.com.bo