Todo apunta que la antesala de los Oscar (sí, hemos utilizado tan manida expresión sin pestañear) cambiará las normas sobre la alfombra roja
Todo parece anunciar que la historia de la red carpet cambiará su curso -o al menos, tomará un camino distinto durante una temporada- a partir de la ceremonia de Los Globos de Oro que tendrá lugar el domingo.Es imposible olvidar la absurda mani-cam que E! popularizó en las alfombras rojas de los eventos más glamourosos y que sufrió su primer tropiezo hace cuatro años, cuando Cate Blanchett preguntó, mirando desafiante a cámara, si también pedían a los hombres que hicieran desfilar sus manos por esa mini pasarela improvisada destinada a examinar las joyas y las manicuras de las actrices. Al año siguiente, Jennifer Aniston, Julianne Moore y Emilia Clarke fueron algunas de las que se negaron rotundamente a convertir a sus manos en supermodelos de pasarelas XS. El primer paso contra la cosificación de las mujeres en la alfombra roja había sido dado. Ojalá alguna actriz hubiera realizado un corte de mangas a la cámara para presumir así de sus uñas de gel.Este domingo, el dress code tendrá tono reivindicativo. Las actrices -y muchos de los actores, como asegura la estilista Ilaria Urbianti en un post en Instagram- vestirán de negro como señal de apoyo a Time´s Up, una campaña secundada por 300 mujeres de la industria que lucha por perseguir las prácticas de acoso en todos los ámbitos. Firmas como Prabal Gurung, cuyas camisetas feministas brillan con fuerza en sus desfiles, han luchado contrarreloj para enviar vestidos negros a los ‘showrooms’ de Los Angeles, que han cambiado las oleadas de vestidos de satén rojo por la solemnidad del negro.
“Es un momento de solidaridad, no de moda”, explicaba Eva Longoria a The New York Times. “Durante años, hemos lucido nuestros vestidazos y sus colores, nuestros bellos rostros y nuestro glamour en la alfombra roja. Estamos en un momento en el que no pueden esperar que lo hagamos”, concluye. Emma Watson, Nicole Kidman, Emma Stone y Natalie Portman son algunas de las actrices que ya forman parte de Time’s Up.Reese Witherspoon y Eva Longoria planean recorrer juntas la alfombra roja, mientras que Jessica Chastain, que acaba de dar una lección de feminismo a Pablo Motos en El Hormiguero, acudirá con otra actriz para expresar así su solidaridad. Según The Blast, como mínimo serán 10 las mujeres que caminen juntas por la red carpet. Imaginamos a la dichosa y relegada mani-cam temblar en el sótano en el que yace, a la espera de que una nueva patada patriarcal la saque de su pozo, al ver a tantas mujeres juntas recorrer la alfombra roja sin poder pedirles que hagan desfilar su manicura ante su atenta cámara.No es el único cambio palpable que viviremos en la red carpet esta edición. Tradicionalmente, esta pasarela rojiza se construye a base de acuerdos monetarios y de poder. Este año, sin embargo, los ‘looks’ elegidos se forjarán a base de llamadas y de donaciones benéficas. Actrices como Shailene Woodley han hablado con diversas firmas para pactar llevar sus diseños si hacen donaciones a Time´s Up Legal Defense Fund, que brindará apoyo legal subsidiado a mujeres y hombres que hayan sufrido acoso sexual o abusos en su lugar de trabajo.La estilista Karla Welch, que elegirá el ‘look’ de la actriz nominada por The Handmaid’s Tale Elisabeth Moss, donará el fee que logre durante los Globos de Oro a Time´s Up. “Todo el mundo ha sido realmente comprensivo. Los diseñadores han rehecho sus vestidos para que sean negros. Ha sido realmente increíble”, asegura.
Los discursos que este año pronuncien los ganadores también darán que hablar. Ricky Gervais no será el encargado de dar bofetadas a los presentes y a los políticos este año con sus hirientes chistes. Tampoco será una mujer la responsable de conducir la gala -pueden fruncir el ceño al leer esto: nosotros lo hemos hecho-. El elegido será Seth Meyers -como afirmó Forbes, no sin sarcasmo mediante, «Los Globos de Oro necesitaban un anfritrión feminista, y Seth Meyers encajaba en el perfil»-, que asegura que no planea eludir los espinosos temas de acoso sexual que hoy sobrevuelvan Hollywood. “Queremos hablar sobre este tema de forma catártica, en lugar de recordarle a la gente lo terrible del asunto”, asegura Meyers.Si el año pasado Meryl Streep se desahogó contra Trump en los Oscar y Nicole Kidman recogió su Emmy recordándole al mundo la necesidad de luchar contra la violencia doméstica, este año es más que probable que los discursos sean tan reinividactivos y potentes que hagan a los comentarios de Ricky Gervais parecer salidos de un capítulo de Pocoyó. Tal vez alguna de las ganadoras de la noche llame la atención, por cierto, de los encargados de elegir al presentador de la gala y así consigamos que el 2019 sea una mujer -¡¡¡feminista!!!- la anfitriona de la noche.Será la mañana siguiente la que quizás marque un antes y un después en la forma en la que los medios cubran la alfombra roja. The Cut ya ha declarado que este año no hará rankings de las mejor y peor vestidas del evento. Se limitarán a identificar las firmas elegidas y hablarán de los colores de los diseños, “porque esa sí es información relevante”. “La moda puede ayudarte a mandar el mensaje que quieras, pero lo cierto es que no deja de ser un disfraz. Vestir de negro no te convierte en un aliado, sino en alguien cuyo estilista ha querido que parezca un aliado. Si evaluamos los looks, nos convertimos en cómplices al señalar que no hay mensajes más allá de los outfits. Hacer un ranking de las mejor y peor vestidas este año sería como decir El activismo te sienta bien. O peor, te sienta mal«, escribe The Cut.El que sin duda será el accesorio de moda este año será el pin de Time´s Up, creado por la estilista Arianne Phillips. Reese Witherspoon se acercó a ella durante la reunión en la que se explicaron a los asistentes los objetivos de este movimiento, y Phillips no solo ayudó a crear el logo pertinente, sino que su diseño sirvió para dar forma a los 500 pins que los que apoyen la causa llevarán sobre la alfombra roja.Es más que posible que el color vuelva a invadir la alfombra roja pasada la gala, pero es muy probable que los reporteros se vean forzados a hacer preguntas sociales o de mayor calado intelectual -o incluso, fíjense ustedes qué locura vamos a decir, a hablar DE CINE con las actrices y las directoras entrevistadas- y que dejen así de cosificar a las mujeres. Si los Globos de Oro son la antesala de los Oscar, esperamos que este ensayo haga que la estatuilla dorada se convierta, tras haber disfrutado de un ensayo titánico, en una gala reivindicativa y empoderadora. Y de paso, puestos a pedir, que su alfombra roja no se centre ya en manicuras ni en vestidazos, sino en cine.Fuente: revistavanityfair.es