A lo largo del conflicto de los médicos que lleva más de 45 días, se ha cuestionado la capacidad de la Ministra de Salud, Ariana Campero, cuya hoja de vida profesional parece no estar a la altura de alguien que tiene que conducir un sector tan importante del Gobierno. La que sí estuvo al nivel de los antecedentes fue la ministra de Comunicación, Gísela López, que hizo gala de su agresividad, tal como lo han hecho sus antecesoras. La tercera en cuestión es Wilma Alanoca, ministra de Culturas, cuya máxima expresión administrativa del año es la organización de toda la parafernalia propagandística y política alrededor del rally Dakar. Recientemente fue motivo de burlas y de numerosos memes, cuando publicó una convocatoria “de puño y letra” que contenía varios errores ortográficos, problema que se repite constantemente, según los que suelen seguirla en su cuenta de Twitter. Por lo visto, este proceso de cambio tiene muchos zapateros, pero los zapatos siguen sin arreglar.
Fuente: eldia.com.bo