Protestas a favor y en contra de la reelección van a medir fuerzas en la calle

Los grupos afines al Movimiento Al Socialismo se preparan para responder a las movilizaciones y los que no están de acuerdo con un nuevo mandato del presidente aseguran que las reforzarán más

Carmela Delgado



La decisión de anular el Código del Sistema Penal no pacificó el país, se mantiene en la calle con la protesta de las plataformas ciudadanas de oposición y ahora se completa con la salida de movimientos sociales afines al MAS al mismo escenario. Los primeros, contra la reelección de Evo Morales y los segundos, para garantizar el cumplimiento del fallo constitucional que permite la repostulación del actual presidente.

Al detectar que las protestas no cesan, el MAS se ha declarado en emergencia y ya planea sacar a sus bases a las calles para medir fuerzas y demostrar que Evo Morales tiene respaldo de las masas.

Los grupos de ciudadanos que se mueven en diferentes regiones del país señalan que no cesarán en la presión, mientras que los masistas desafían y dicen que son capaces de lograr movilizaciones mayores que las que se han visto hasta el momento.

Entre unas y otras están las redes sociales, que han sido incontrolables para el oficialismo. El escenario también tiene un detalle que se llama creatividad, lejos de convocar solamente a marchas de protesta tradicional, las plataformas han sido imaginativas para llamar a movilizaciones con diversas características.

Los analistas vaticinan que la salida de bandos con propuestas diferentes a la calle puede generar violencia, más de lo que hasta ahora se vio con la movilización que exigió la anulación del nuevo Código del Sistema Penal, que dejó personas heridas y encarcelados durante las masivas protestas que fueron reprimidas por las fuerzas del orden. 

Hace poco más de una semana se reactivó el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), que luchó contra las dictaduras en la década de los 80, y que revivió para demandar el cumplimiento de la Constitución Política del Estado, por lo que ahora exige el respeto a los resultados del 21-F, explicó Amparo Carvajal, la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia. Advirtió que las movilizaciones se van a mantener en el país y la dirigencia cívica  prepara un paro nacional. El 10 de enero el Conade fue reactivado con la participación de la COB, la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia. El objetivo era exigir el respeto al voto ciudadano del referendo del 21 de febrero de 2016, que se opuso a una nueva postulación de Evo Morales a la Presidencia, y demandar la abrogación total del nuevo Código del Sistema Penal.La COB optó por desmarcarse, pero está enfrascada en su propia lucha, denunciando que el Gobierno la manipula y planteando que los trabajadores no permitan la división de esta organización.

Movilizaciones, en marchaVíctor Hugo Valda, vocero de la Coordinadora Departamental de Santa Cruz por la Libertad y Democracia, resalta que esta organización representa a 60 sectores, que este movimiento no es nada político y que cada uno está promoviendo protestas creativas, como la del pasado fin de semana con el ‘tractorazo’, y de estos últimos días con el ‘motorazo’ por la democracia, la noche de bloqueos con una cadena humana con teas en el segundo anillo con la que, según sus organizaciones, se intenta mostrar la luz del ciudadano, que es la esperanza para Bolivia.

Además, las precarnavaleras también se han convertido en un espacio para hacer escuchar la voz de los ciudadanos. “Renuncie a la repostulación para terminar con las movilizaciones, la  coordinadora no está en contra de usted ni del Gobierno, solo quiere el respeto básico de las leyes democráticas de nuestro país”, le habló Valda al presidente Evo Morales.

Tatiana Pérez, de la plataforma Alianza de Mujeres por Bolivia, anticipó que se movilizan por el respeto al voto ciudadano del 21 de febrero de 2016 en el que se dijo no a la re-reelección.Del mismo lado, Rómulo Calvo, vocero del Colegio Médico, señaló que la anulación del nuevo código es el puntapié inicial y ahora se busca el respeto y la democracia.  Con esto se muestra de forma contundente que las movilizaciones contra la repostulación presidencial están disparadas y no bajarán la guardia, así lo hizo notar el presidente del Comité pro Santa Cruz, Fernando Cuéllar, que aseguró que “el pueblo que está reclamando por los derechos, por  las libertades, por  la garantía, por su voto, está pidiendo que las autoridades se sometan al cumplimiento pleno de la Constitución Política del Estado y el respeto y sometimiento total a la decisión soberana del pueblo boliviano, que el 21-F le dijo no a la reelección”. El líder cívico rechazó las sindicaciones del oficialismo de que el movimiento ciudadano está orquestado por políticos.Se tomarán acciones nacionales, donde también se está contemplando un paro en todo el país y continuarán las medidas que tienen previstas en las instancias internacionales. “Continúan las movilizaciones y medidas mientras no tengamos el compromiso y sometimiento de los gobernantes a la decisión del pueblo boliviano”, resaltó Cuéllar.

De su lado el cívico Antonio Alarcón, del Comité pro La Paz, dijo que continuarán con las presiones para recuperar la democracia, porque “el pueblo ha abierto los ojos y se da cuenta de que las cosas tienen que ser a través de la democracia”.

El detonanteLas movilizaciones en contra de la repostulación se encendieron luego de que el 28 de noviembre la Sala Plena del Tribunal Constitucional falló dando luz verde a la repostulación de autoridades nacionales y subnacionales.En todo el país surgieron plataformas y organizaciones ciudadanas que salieron a protestar exigiendo que se respete el referéndum del 21 de febrero de 2016, en el que el 51,30% de los ciudadanos votaron por el No y el 48,70% lo hizo por el Sí. En este referéndum hubo una participación de 5.490.919 electores. El No ganó en seis de los nueve departamentos (Chuquisaca, Potosí, Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando), y elSí venció en los departamentos de La Paz, Cochabamba y Oruro.

Otra lectura que hacen los manifestantes es que en los resultados de las elecciones judiciales del 3 de diciembre de 2017 el pueblo boliviano reafirmó su rechazo a la intención del Gobierno con el voto nulo mayoritario que se impuso en dichos comicios.

Están en emergenciaLas organizaciones que son parte de la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam) se han declarado en emergencia y están en pie de organizar movilizaciones de respaldo; aunque todavía no han hecho conocer un cronograma de actividades, anticipan que lo harán de forma paralela en todo el país para sentar presencia y mostrar la fortaleza de los movimientos que apoyan al presidente. Respaldan la decisión de Morales de derogar el código argumentando que  lo hace escuchando al pueblo. 

Teodoro Mamani, secretario general de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), indicó que en el transcurso de la semana se van a reunir para acordar medidas y de qué forma se ejecutarán con las demás organizaciones.

En criterio del dirigente campesino, el movimiento opositor es político, porque primero exigió la anulación de algunos artículos del código, luego todo el documento y el presidente accedió. “No podemos permitir que los políticos estén agitando el país. Nos vamos a movilizar a la cabeza de nuestras federaciones, porque el presidente Evo es nuestro afiliado”, aseguró y señaló que está previsto un ampliado de emergencia en el que planificarán las protestas de respuesta, porque está convencido de que la derecha se moviliza pagando para desestabilizar al Gobierno. A su vez, Gualberto Arispe, presidente nacional de las juventudes del MAS,  indicó que están a la espera de una convocatoria para tomar determinaciones, pero mantienen el estado de emergencia. “Los sectores que se sentían afectados por el Código Penal ya no tienen por qué movilizarse, por lo tanto es muy claro que quieren perjudicar al presidente”, resaltó.Arispe anticipa que las movilizaciones que encabezarán serán de  mayor contundencia que la que encabezan los movimientos opositores.Además, está convencido de que “el presidente gobierna escuchando al pueblo”, por eso accedió a que se trabaje nuevamente el código.   “Creo que es hora que hagamos respetar a nuestro presidente y que no lo perjudiquen”, acotó Arispe.Pedro Lucana, de Omasuyos de los ponchos rojos, cree que el movimiento opositor está orquestado desde Estados Unidos. “Nosotros vamos a defendernos, nos vamos a reunir con todas las organizaciones para decidir lo que vamos a hacer, porque  somos orgánicos y vamos a defender nuestro proceso de cambio, porque nos ha costado sangre”, afirmó.Segundina Flores, ejecutiva de la Confederación de Mujeres Originarias, Indígenas y Campesinas Bartolina Sisa, remarcó que como organizaciones fundadoras del instrumento político van a defenderlo al igual que la repostulación del presidente. Los dirigentes señalaron que ahora que ya pasó el festejo del aniversario del Estado Plurinacional se concentrarán en la organización de las medidas de protesta que pretenden encarar en adelante.Después del 22 de enero, hay un nuevo escenario de cara a 2019. El MAS está dispuesto a medir fuerzas y ya comenzó con el desfile del Día del Estado Plurinacional. La creatividad de las plataformas sociales está desafiada.

Fuente: eldeber.com.bo