Un boliviano emprendedor en las montañas de Tailandia

Jorge Martínez y su novia tailandesa tienen una empresa en línea de confección y exportación de prendas de vestir al por mayor que llegan a varios países.

Un boliviano  emprendedor  en las montañas de Tailandia
Una costurera de Napat Clothing Co. Ltd. trabaja en el taller de Chiang Mai, en Tailandia. Fotos: Cortesía Gastón Brito
En una ciudad montañosa  de  más de 700 años en el sudeste asiático, existe un taller en el que las máquinas de coser trabajan fabricando prendas cuyo destino puede ser cualquier país del mundo. Un boliviano y una tailandesa están a cargo de  este emprendimiento de confección y exportación al por mayor.
 Jorge Martínez Sanzetenea es el único boliviano que radica en Chiang Mai, la ciudad más grande del norte de Tailandia. En 2011, conoció a su novia, Napatsawan Hutawarakorn, mientras cursaban una maestría en China. Dos años después fundaron su empresa.“Al mudarnos a Tailandia, nuestro nicho de negocio no tenía competencia. Además de ser en línea,  juntos sabíamos cuatro idiomas y podíamos tratar con todo tipo de clientes. Los habíamos aprendido, durante un año, trabajando en empresas  exportadoras de China para llevar adelante nuestro propio negocio”, comenta Martínez.La empresa Napat Clothing Co. Ltd. es una empresa que hoy confecciona prendas estilo boho, influenciadas por la tendencia   bohemia y hippie,  que son fabricadas  por costureras  oriundas de Tailandia,   Birmania (Myanmar) y que pertenecen al grupo étnico tai yai.Inicialmente, tenían tres o cuatro clientes que no solicitaban órdenes de más de 50 prendas. Hoy tienen entre 10 a 15 clientes que solicitan grandes pedidos  de países como Australia, Nueva Zelanda, China, Chile, entre otros.Su principal cliente es Estados Unidos e Inglaterra y su capacidad productiva es de  20.000 prendas al mes.

Una idea que nació en  ChinaOriundo de La Paz, Martínez estudió Ingeniería de Sistemas en la Escuela Militar de Ingeniería (EMI). Al ingresar a su primer  trabajo, después de graduarse,  se dio cuenta de que en el contexto paceño los ingenieros de sistemas no llegaban a cargos relevantes más allá de su campo. Esta situación ,  su motivación por viajar y su interés por los negocios, lo llevaron  a buscar becas.Ganó una beca en la Universidad de Ningbo, en China, para realizar una maestría en Administración de Empresas para Negocios Internacionales,  que cursó desde el 2011 al 2013.  Ahí  conoció gente de todo el mundo, entre ellos a su novia.Ambos tenían la idea de hacer una empresa y la madre de Napatsawan estaba en el negocio de la ropa. Por ello, decidieron establecer su negocio de exportaciones en Chiang Mai.Hasta hoy, una de las cosas más difícil para Martínez es el idioma. A pesar de que el idioma oficial es el  tailandés, en la zona se habla otro dialecto.Para Martínez, la vida  de los tailandeses se desenvuelve entre una profunda espiritualidad y el deseo de obtener dinero; sin embargo, y a diferencia de otras sociedades, están dispuestos a trabajar para obtenerlo.Un paraíso naturalLo primero que observa al despertar  es el crepúsculo que considera uno de los patrimonios de Chiang Mai, colmado de  colores y  matices vibrantes.



A pesar de que su ciudad no está a orillas del mar tiene lagos, cascadas, refugios de elefantes y  más de 300 templos para visitar.“Tailandia es un paraíso, a pesar de que ahora hay mucho más turismo que antes aún se siguen encontrando playas vírgenes. Donde vivimos, que es un poco apartado de la ciudad, el lugar tiene un  parecido a  los Yungas de La Paz”, destaca el empresario.Dice que las personas siempre tienen una sonrisa al  tratar con los extranjeros, que no está bien visto tener contacto físico en público y que  mucha de su gastronomía es la máxima expresión  de lo exótico.“Se come mucho marisco, la comida es muy picante y las ensaladas llevan frutas. En viajes que he realizado a otras localidades he comido escorpiones, gusanos y varios insectos”, recuerda Martínez.Los momentos difíciles están siempre relacionados a la nostalgia que siente por su familia en Bolivia además de la gastronomía nacional. Este mes estuvo durante  varias semanas en La Paz y se encargó de comer todo aquello que no encuentra  en  Tailandia.Actualmente, la empresa tiene 60 empleados en diferentes áreas. El objetivo de la pareja es  tener un taller más y establecer una oficina en Bangkok. Para Martínez era importante demostrarse a sí mismo que podía emprender y lo logró, al otro lado del mundo.

Jorge Martínez  y su novia  fundaron una empresa de confección y exportación  de prendas al por mayor, en Tailandia, que hoy exporta a varios países.

Algunas  prendas  que confecciona y produce la empresa Napat Clothing Co. Ltd.
Algunas  prendas  que confecciona y produce la empresa Napat Clothing Co. Ltd.
Algunas  prendas  que confecciona y produce la empresa Napat Clothing Co. Ltd.