Para quienes pasamos el verano en la ciudad, el calor puede ser tan abrumador que nos quita las ganas de movernos. Basta con ver los más de 6000 focos de calor y quemas que se han producido en el país en este último período. Pero el verano no debe ser una estación en la que sufrir; todo tiene solución. Hoy te compartimos unos trucos para combatir el calor en tu casa, que no solo aliviará la temperatura, sino también a tu bolsillo y al medioambiente.
La buena arquitectura es la aliada ideal contra el calor
Un método de acondicionamiento efectivo (y uno de los más duraderos mediante una sola inversión) es reforzar las paredes que más tiempo reciben la luz solar durante el día. Deben ser el doble de gruesas que las paredes no orientadas al sol. Lo más recomendable son las paredes dobles con cámara de aire, o lana de vidrio entre paredes (material que también se puede utilizar en el techo, ya que es uno de los puntos de la casa donde el calor se absorbe más).Las ventanas y aperturas, tanto en casa como en departamento, pueden proveerse de doble cristal con cámara de aire en el medio, lo que hará que no solo aísle el calor (y el frío en invierno), sino que también funcionará como aislante acústico y como barrera contra el viento. También son muy recomendables los bloques de isopor, un material bastante reciente en cuanto a aislamiento térmico, Un simple reacondicionamiento de las paredes puede reducir hasta un 60% la absorción del calor, lo que también nos ahorrará el uso de aire acondicionado.
Mantener la casa fresca de forma natural
Orientación de la casa: Tener en cuenta la orientación de la casa es clave para evitar el sol ardiente que se mete por las ventanas y calienta el aire. La pared reforzada que mencionamos anteriormente debe ser siempre la que está al oeste, pues es allí donde el sol permanece durante varias horas con mucha fuerza. Por eso además, lo mejor es cerrar ventanas y persianas de ese lado y abrir las que estén en el este (por donde sale el sol) y al norte. La orientación sur debe ser tomada en cuenta con precaución, ya que es una orientación fría, con tormentas y vientos, pero puede venir bien para dejar que circule el aire y se renueve.Buena ventilación y sombra: Si bien no todas las casas tienen la posibilidad de hacer reformas de paredes o aperturas, aún hay muchas opciones para refrescar la casa. Una de las soluciones más fáciles es la sombra. Lo clásico es que las viviendas tengan ventanas apersianadas, que den sombra y a la vez permitan la continuidad del aire; pero también es muy importante contar con pérgolas y sombras que eviten la incidencia del sol al máximo y con persianas exteriores. Este tipo de persianas debe estar del lado de afuera, de manera que el rayo de sol no pueda atravesar el cristal de la ventana y concentrarse en el interior de la casa. Las cifras dicen que la temperatura baja un promedio de 6° cuando cubrimos el paso de la luz solar, lo que permitiría un ahorro en electricidad de hasta 7%.Repintar la fachada: Puedes aprovechar el verano para repintar la casa de una manera inteligente: los colores deben ser elegidos no solo por su estética, sino por cómo ellos ayudarán a la temperatura de tu vivienda. Mientras que hay ciertos colores que absorben la luz y el calor como el negro, hay otros, como el blanco, que lo reflejan. Una pared negra absorbe un 50% más que una pared blanca. El resto de la gama de colores también tiene algunos que repelen o atraen el calor; por ejemplo, los más brillantes protegen mejor que los pasteles. Mucha vegetación: Desde un lado más ecológico aún, plantar árboles alrededor de la casa (sobre todo en las orientaciones que reciben el sol con más fuerza) pueden contribuir enormemente para proteger la casa de la radiación solar y dar frescura al interior. Un entorno arbolado o incluso unas enredaderas (perfectas para departamentos), no solo dan sombra sino que oxigenan y renuevan el aire debido a las ramas y hojas que forman capas de aire. Si eliges plantar árboles, conviene que sean de hojas caducas; de esa forma darán sombra en verano gracias a su follaje y dejarán pasar el calor solar en invierno. Pero los árboles no son la única opción, las plantas en balcones y en el interior de los espacios también refrescan el aire. Lo ideal es regarlas por las noches, así el agua se evapora y hace bajar la temperatura del ambiente.
Otros aliados en la batalla contra el calor
Muebles de mimbre: Aunque suene raro, este tipo de mueble puede ser de mucha ayuda; además de ser fáciles de mover, livianos y decorativos, su diseño y estructura permite una mejor circulación del aire. Ventilador y hielo: Si colocamos frente al ventilador un recipiente con hielo, el aire se refrescará en lugar de solo remover la atmósfera caliente y estática que se acumula en los espacios interiores. Este truco puede llegar a bajar unos 3 o 4° de temperatura en una habitación. Cuidar el uso del aire acondicionado: Si queremos evitar el uso (y abuso) del aire acondicionado debemos tener algo claro. El error típico es configurarlo en temperaturas muy bajas, de menos de 22°. Acuérdate que cada grado que se baja en el aire acondicionado es más de un 4% de consumo eléctrico.
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Desconectar lo que no uses: Tanto electrodomésticos como luces, funcionan como mini-calentadores que, sin que nos demos cuenta, aportan pequeñas cantidades de temperatura en nuestro hogar (y costos en nuestras facturas).
Ventilación cruzada: Las ventanas o puertas abiertas en paredes opuestas suelen generar diferencias de presión que producen una brisa que recorre la casa o departamento. Solo debes asegurarte de no hacerlo en un día demasiado ventoso.
Hay muchas formas de refrescar la casa en los días más calurosos sin necesidad de climatización extra y artificial. Nada como usar la energía de forma correcta y tener en cuenta todas las posibilidades que nuestra casa nos da: una forma perfecta para cuidar nuestro bolsillo y al medioambiente a la misma vez.