El meteorito que exterminó a los dinosaurios también aumentó la temperatura terrestre durante 100.000 años

Un nuevo estudio presenta por primera vez pruebas del papel del calentamiento global en la extinción de la vida y alerta sobre la enorme duración de los gases del efecto invernadero: un aumento de dióxido de carbono de una década se extendió por 10.000

El impacto del meteorito de Chicxulub causó una ola de calor, un invierno a oscuras y por último 100.000 años de calor, con lo cual la vida en la Tierra resultó devastada. (iStock)

El impacto del meteorito de Chicxulub causó una ola de calor, un invierno a oscuras y por último 100.000 años de calor, con lo cual la vida en la Tierra resultó devastada. (iStock)

Hace 66 millones de años hubo un día realmente malo para la Tierra, cuando un objeto espacial del tamaño de una montaña chocó contra el planeta. Se inició así una serie de eventos que terminaron por exterminar a las tres cuartas partes de la vida, entre ellas los dinosaurios, y que parecen ser también una llamada de atención al presente de calentamiento global.



Se creía que el impacto del meteorito en la zona de Chicxulub, en el golfo de México, había causado un cambio repentino de clima, y que eso había matado a las especies. Un nuevo estudio lo confirma y pero detalla que no se debió solo al periodo de enfriamiento tras el choque (por las partículas que inundan la atmósfera e impiden el paso del sol), que fue breve, sino también a que lo siguió un largo tiempo de calor: 100.000 años.

Los dinosaurios se extinguieron entre las tres cuartas partes de la vida planetaria que se perdieron.

Los dinosaurios se extinguieron entre las tres cuartas partes de la vida planetaria que se perdieron.

Un grupo de investigadores de las universidades de Missouri, la Estatal de Nueva York, la de Colorado en Boulder y la de Túnez analizó huesos y dientes de peces antiguos para determinarlo. «Los científicos han teorizado durante mucho tiempo que a un aumento inicial de calor siguió un invierno global devastador«, analizó el trabajo The Washington Post. «Luego, cuando el dióxido de carbono emergió en la atmósfera, el planeta se convirtió en un invernadero«.

Es la primera vez que se presentan pruebas tangibles de esta hipótesis de calentamiento: «Hubo cocodrilos en los polos y amplias zonas inhabitables en las tierras tropicales», explicó al periódico estadounidense Ken MacLeod, paleontólogo de la Universidad de Missouri. Los efectos del meteorito de Chicxulub produjeron un aumento promedio de 5 grados centígrados (9 Fahrenheit) en el mar subtropical y duraron 100.000 años.

Pocos años de dióxido de carbono excesivo trajeron como consecuencia 100.000 años de efecto invernadero: el estudio es sobre el pasado y también una advertencia sobre el presente.

Pocos años de dióxido de carbono excesivo trajeron como consecuencia 100.000 años de efecto invernadero: el estudio es sobre el pasado y también una advertencia sobre el presente.

La confirmación del papel del calentamiento global en la extinción de los dinosaurios y otras especies son sombrías en una época donde la acción humana sobre el medioambiente causa preocupación. «El estudio sugiere que incluso un breve aumento del carbono puede tener un efecto prolongado», señaló el artículo. «Eso es importante hoy dado que las emisiones de gases del efecto invernadero son masivas en algunos países y crean un salto en el dióxido de carbono atmosférico«.

MacLeod fue desalentador: «La implicancia encadenada de nuestro hallazgo es que el exceso de dióxido de carbono podría haber ocurrido durante acaso una década, y el efecto invernadero de calor persistió por 100.000 años. Inclusive si hoy retrocediéramos a los niveles de emisión de carbono de 1850, estaríamos atrapados en la respuesta de la Tierra al carbono que ya hemos agregado».

“El estudio sugiere que incluso un breve aumento del carbono puede tener un efecto prolongado”

La investigación se basó en restos de peces —huesos, dientes, escamas— recogidos en El Kef, Túnez, un lugar famoso por ser una formación geológica con capas de sedimentos desde finales del Cretácico (cuando existían los dinosaurios) y el comienzo del Paleógeno. Al analizar las cantidades de oxígeno en los restos se pudo determinar la temperatura del agua en el momento de su muerte, como una suerte de termómetro.

Por primera vez se hallaron pruebas empíricas del aumento de la temperatura global como causal de la extinción de los dinosaurios y otras especies. (iStock)

Por primera vez se hallaron pruebas empíricas del aumento de la temperatura global como causal de la extinción de los dinosaurios y otras especies. (iStock)

Fue, entonces, un golpe detrás de otro: el impacto del meteorito, con terremotos y tsunamis; en las horas siguientes el calentamiento intenso de la atmósfera por la violencia con que se desperdigaron los restos, lo cual causó incendios forestales; luego años de frío y oscuridad y polvo. «En los primeros meses fue casi un apagón», digo la científica planetaria Adriana Ocampo, de la NASA, a The Washington Post, una intérprete independiente del estudio. «Si no hubiera sido por el calor retenido en los vastos océanos de la Tierra, nuestro planeta se habría congelado».

Y entonces, una era de calor excesivo. MacLeod detalló: «Aquello que no fue eliminado por el aumento de la temperatura probablemente debió pasar años de muy poca, si acaso alguna, vegetación; y cualquier cosa que hubiera sobrevivido a eso entonces tendría que haber pasado 100.000 años de condiciones de invernadero bastante importantes».

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Fuente: infobae.com