«Lo que veo es un rechazo tanto en el ministerio de Defensa como en las fuerzas militares a cualquier tipo de intervención militar», aseguró el presidente Temer.
Las encuestas señalan que Temer es el presidente menos popular desde que terminó la dictadura militar en Brasil (1964-85). Temer sigue bajo investigación por casos de corrupción.Si la fiscal general brasileña Raquel Dodge decide acusar a Temer, dependería de un voto en el Congreso si Temer puede ser juzgado o no por la Corte Suprema. Temer se libró el año pasado de dos acusaciones de corrupción.No está claro, sin embargo, si aún tiene apoyo entre los legisladores para sobrevivir a una potencial nueva acusación, especialmente de cara a las elecciones generales de octubre mientras, en las encuestas, los brasileños manifiestan su profunda desafección con los políticos.Postura firma. El gobierno de Brasil ha comenzado a adoptar una postura más firme respecto a la protesta de camioneros, amenazando con tomar medidas enérgicas contra los supuestos agitadores políticos que contribuyen a la crisis. El ministro de Seguridad Pública, Raul Jungmann, prometió fuertes multas a las distribuidoras que apoyan la huelga.Los bloqueos en las carreteras y la escasez de combustible también han paralizado a las industrias, desde la automotriz hasta el procesamiento de la caña de azúcar, e impactado los envíos de carne de res, soja, café y otros productos.La reguladora del sector de hidrocarburos de Brasil, ANP, dijo que la distribución de combustible comenzó a mejorar en ciudades como Rio de Janeiro y la capital Brasilia, pero seguía siendo escasa en varios otros lugares, incluido el centro de negocios Sao Paulo.Fuente: https://www.americaeconomia.com