En los últimos años, las universidades públicas del país han demandado al Gobierno el incremento de sus presupuestos bajo el argumento del aumento salarial, además que sus ingresos fueron reducidos por la baja de los fondos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y de coparticipación.La pasada semana, el ministro de Economía, Mario Guillén, observó que pese a la crisis que dicen atravesar, las universidades no realizan ajustes en sus presupuestos y por el contrario son las primeras en aprobar las alzas salariales que determina el Gobierno.Además, cuestionó que el grueso de las finanzas de las casas de estudios superiores se destina a cubrir el sueldo de docentes y administrativos. Asimismo, expresó que no han sabido planificar sus gastos en función a su capacidad y lo único que hacen es incrementar el número de docentes y personal administrativo. Además de acumular los recursos en la cuenta de “caja y bancos”.Según este parámetro y con el Presupuesto General del Estado (PGE) 2018, se establece que las 11 universidades públicas del sistema universitario boliviano, sin considerar a la Universidad Indígena Boliviana Comunitaria Intercultural Productiva, destinan entre el 50 y 77 por ciento de sus recursos para el pago de sueldos y salarios, es decir, el ‘grupo 1’.De acuerdo con el ‘Clasificador por objeto del gasto’, el grupo 1 también conocido como 10000 Servicios Personales, son los gastos por concepto de servicios prestados por el personal permanente y no permanente, incluyendo el total de remuneraciones, así como los aportes al sistema de previsión social, otros aportes y previsiones para incrementos salariales.En su oportunidad, el entonces ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, y ahora su sucesor, Mario Guillén, cuestionaron el uso que dan a los recursos económicos las universidades públicas.En la última movilización de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), en demanda de un mayor presupuesto y que se cobró la vida de un estudiante de esa casa de estudios superiores en uno de los enfrentamientos con efectivos policiales, el viceministro de Presupuesto, Jaime Durán, cuestionó el número de docentes con los que cuenta, además de administrativos u otros.Explicó que la UPEA tiene en cajas y bancos 173 millones de bolivianos y si la misma logra certificar legalmente el número de estudiantes que tiene para esta gestión, ante el Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB), podría movilizar otros 222 millones de bolivianos.Aseguró que casi el 80 por ciento del presupuesto que tiene la universidad de El Alto es destinado a sueldos y salarios, y que es la con mayor cantidad de docentes en todo el sistema universitario.Según algunos datos, la UPEA tendría alrededor de 2.664 docentes para 42.343 estudiantes; frente a 1.754 docentes que cuenta, por ejemplo, la Universidad Gabriel René Moreno de Santa Cruz para 84.619 universitarios.
SEPA MÁS
Número de docentes y estudiantes
UPEA- El Alto
Cuenta con 2.664 docentes para dictar clases a 42.343 universitarios
UMSA- La Paz
Tiene 2.370 docentes para 78.000 estudiantes
UAGRM- Santa Cruz
Son 1.754 docentes para 84.619 universitarios
UMSS- Cochabamba
Cuenta con 1.672 docentes para 78.760 estudiantes.
Guillén: “Lo primero que hacen es subirse el salario”
En la pasada gestión, la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) de Cochabamba solicitó 120 millones de bolivianos para cubrir el déficit y funcionar sin problemas hasta fin de año, de ese modo descartar un eventual cierre de esa casa de estudios superiores.De acuerdo con la UMSS, desde 2016 se enfrenta un déficit de 38 millones de bolivianos.La Universidad Mayor San Andrés (UMSA) de La Paz, según las autoridades, tenía un déficit de más de 20 millones de bolivianos para la remuneración del personal, por lo que planteaba al Gobierno que otorgue 76 millones de bolivianos para cubrir el “hueco” y pagar la carga horaria y programas de desconcentración.SalariosUna excusa común de las universidades para pedir más presupuesto es que tienen responsabilidades con los incrementos salariales, por ello el ministro de Economía Mario Guillen, señaló que “si la universidad está tan mal, en algún momento tiene que tomar algunas medidas para que haya una sostenibilidad, pero lo primero que hacen los docentes y administrativos es aumentarse el salario”.Agregó que el decreto de incremento salarial, aprobado por el Gobierno, no dispone un aumento obligatorio para todos, sino de acuerdo a su disponibilidad y posibilidad presupuestaria como sucede con las gobernaciones y alcaldías, “pero las universidades lo primero que hacen es subirse el salario”.
