Los medicamentos que ingresan al país por la vía del contrabando no tienen aval y, mal usados, pueden ser mortales. En mercados, las caseras hacen de farmacéuticas para la venta ilegal sin prescripción médica.Somníferos, abortivos y otros fármacos que, utilizados sin supervisión médica, pueden ser mortales, son vendidos sin control en calles, ferias, farmacias ilegales y mediante internet. Se suma la comercialización de suplementos y remedios naturales de origen asiático sin registro sanitario. Casi todos entran de contrabando.“En el comercio informal hay todo tipo de medicamentos. La mayoría son los que se usan para la diabetes, el cáncer o los tipos abortivos. La gente los adquiere sin el requisito de una receta y a un costo mucho menor al que podrían pagar en lugares que están autorizados para el expendio de medicamentos. El problema es el riesgo que representan para la salud porque pueden ser de contrabando, falsificados, adulterados o pasados”, manifestó el economista e investigador Gonzalo Vidaurre.El estudio El negocio de la muerte: comercio informal de medicamentos en Bolivia, elaborado por Vidaurre y publicado por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) identificó -en La Paz- al menos cinco zonas en las que hay venta informal de medicamentos. Advirtió que varios tipos de establecimientos incurren en esta falta que representa un riesgo para la salud pública.Caseras hacen de farmacéuticas“¿Qué está buscando? Para la hipertensión hay Losartan de 50 miligramos, industria chilena. También llevan para diabetes. Si necesita se lo hago buscar insulina”, oferta una de las vendedoras del mercado que se esconde en el pasaje La Tablada, entre las calles Max Paredes y Tumusla.Como otros puestos del lugar, a la vista, tiene paquetes de algodón, botellas pequeñas de alcohol, agua oxigenada o Arocarbol. También acumula cajas de aspirinas, Digestan y Alcofem.Tiene repisas con cremas, parches y pomadas chinas inconfundibles por su peculiar olor. Ninguno de los productos tiene registro sanitario.Los medicamentos que deberían ser vendidos con receta médica los guarda en cajones al fondo del puesto. “¨¿Va llevar o no?, para que se lo saque”, sentencia cuando se le pide que los muestre.Por la caja de Losartan pide 28 bolivianos, asegura que tiene más de 15 pastillas; lo que equivale a 1,50 bolivianos la unidad. Según un estudio, sin fecha, publicado por el Ministerio de Salud, el mismo producto en una farmacia privada tiene un costo de 4,65 bolivianos, la unidad.Este medicamento se usa para disminuir el riesgo de un accidente cerebrovascular en personas que tienen presión arterial alta o una afección del corazón llamada hipertrofia ventricular. También se usa para tratar los problemas renales en personas que tienen diabetes tipo 2.“El problema es que quienes acuden a estos lugares no autorizados son personas que al estar en tratamientos constantes necesitan comprar sus medicamentos a precios más bajos”, señaló Vidaurre.Según su estudio El negocio de la muerte -una investigación en el eje troncal del país-, en La Paz hay al menos cinco zonas de venta informal de medicamentos. Estas son el Cementerio, Villa Fátima, Pérez Velasco, La Tablada y la Feria 16 de Julio en la ciudad de El Alto.Un mapeo advierte la presencia de 66 establecimientos que pertenecen a cadenas farmacéuticas y 104 farmacias de barrio (de las cuales un 70% atiende de día). Estas conviven con más de 100 tiendas donde se expenden medicamentos, 75 establecimientos de comercio de remedios naturales y vendedores ambulantes.“En una zona específica denominada ‘La Tablada’, es normal ver anaqueles que contienen medicamentos y otro tipo de productos como cosméticos”, señala la investigación.
Somníferos sin receta “Acá no vendemos esas cosas”, señala molesta otra vendedora de La Tablada al consultarle si tenía Alprazolam o Diazepan. Los nombres no le son desconocidos pero levantan desconfianza en la comerciante. Un hombre desde un puesto vecino asegura que eso se puede encontrar en las farmacias de El Alto, la Garita o en el Barrio Chino.En una farmacia oscura y pequeña en los alrededores del Cementerio, el regente señala que son fármacos que sólo se venden bajo receta. “Uno o dos puedo venderte si es urgente porque es prohibido vender así nomas. Para qué necesitas. Las pildoritas buscan esas cosas”, cuestiona.El Instituto sobre el Abuso de Drogas de EEUU define a las benzodiazepinas como medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso central. Tienen efectos sedantes, hipnóticos, ansiolíticos, anticonvulsivos, amnésicos y miorrelajantes. Una sobredosis del medicamento puede ser mortal. Alprazolam, Diazepam, Clonazepam o Lorazepam son los fármacos que las pildoritas utilizan comunmente para dopar a sus víctimas y robar sus pertenencias.“La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) recibe un promedio de tres denuncias de víctimas de pildoritas por mes, aunque en los hechos son más los casos de este tipo de delitos. Muchas personas no presentan denuncia, me imagino que es por la vergüenza”, explicó el director de la FELCC de La Paz, Jhonny Aguilera.Estos medicamentos deberían ser vendidos bajo una receta que tendría que quedarse en la farmacia para su descargo. Sin embargo, cuando estos químicos ingresan al país de contrabando, burlan el control y por tanto el seguimiento que se le da al expendio.Venta e intercambio en internet“Por cambio de tratamiento tengo tres blister de Clonazepam que quisiera cambiar por Alprazolam”, señala un anuncio en una de las páginas de Facebook dedicada la compra y venta de todo tipo de utensilios e insumos.“Me interesa, pero sólo tengo Dexametazona y Prednisona en inyectables. No son lo que buscas pero son corticoides que te pueden servir para otros problemas”, responde otra persona.Las redes sociales tienen cientos de cuentas en las que este tipo de anuncios son muy comunes para conseguir fármacos de forma ilegal y sin la mediación de un médico. Al no haber un contacto directo, la especulación en el precio y la calidad es la regla.“Busco C… por urgencia”, “llegó C…, envíos a todo el país”, “Misoprostol , consultas inbox”, son las publicaciones para conseguir las pastillas abortivas. Este medicamento es utilizado en el tratamiento de úlceras estomacales y es vendido bajo receta médica retenida.La venta legal es de un tratamiento completo (28 pastillas) y no de forma fraccionada como en el mercado informal. Los vendedores ilegales cobran hasta 250 bolivianos por cuatro pastillas.Muchos de los ofertantes dejan números para coordinar la venta vía WhatsApp y aseguran que son productos originales y por tanto efectivos. Ninguno advierte a sus potenciales clientes sobre el origen, si tiene registro sanitario o el peligro que implica el uso.“Yo te doy a 50 cada una, otros venden a 80. Dónde quieres que te entregue”, dice uno de los ofertantes al ser contactado. Su producto no tiene registro ni sello de garantía porque es de los que ingresan de contrabando. “Te estoy ofreciendo pastillas sueltas, el sello de garantía sólo vas a ver en frascos cerrados”, afirma.Pero no son los únicos productos. Aunque parece inofensiva, abunda la venta de pastillas para adelgazar, hormonas de crecimiento y anabólicos desde los 2.000 bolivianos hasta los 4.500. El uso indiscriminado de éstos puede causar problemas cardiacos y hasta cáncer de hígado.“Un medicamento de contrabando no es igual que una mercancía común y corriente. Si tenemos un fármaco adulterado o vencido puede causar serios problemas. Si los necesitamos es porque hay un mal de salud”, indicó el gerente del IBCE, Gary Rodríguez.Salud suspende las ventas de Valsartán chinoEl jueves pasado el Ministerio de Salud, a través de la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnologías en Salud (Agemed) suspendió la venta de todo medicamento que contenga Valsartán de origen chino. La alerta se dio en varios países por una supuesta impureza N-nitrosodimetilamina en la sustancia activa de este fármaco, misma que clasifica como probablemente cancerígena en humanos.La medida fue tomada ocho días después de que los laboratorios emitieran un circular para los cardiólogos suspendiendo la venta. “Las tres empresas de los laboratorios que comercializan el Valsartán en el país han mandado el lunes (9 de julio) circulares, en los que se menciona que de manera preventiva dejarán de vender este medicamento antihipertensivo ya que presentó problemas en la fabricación. Hubo presencia de una sustancia química en el proceso de preparación (de este fármaco) que se cree que tiene efectos cancerígenos”, dijo entonces el presidente de la Sociedad Paceña de Cardiólogos, Alexis Antezana.El medicamento es prescrito para los pacientes con hipertensión o presión arterial alta. El gerente general de la Asociación de Representantes, Importadores y Distribuidores de Fármacos (Asofar), Martín Dávila, indicó que ese sector acatará la disposición del Gobierno. Sin embargo, explicó que se mantendrá la venta de Valsartán de otros proveedores, como de India y Alemania.Datos del estudio
- Contrabando Según el estudio, en 2016 el contrabando de medicamentos, en sus diferentes formas, llegaba al 18,6% de los medicamentos consumidos en el país.
- Expendio Una encuesta del IBCE muestra que el 9% de consumidores compra sus medicamentos de los vendedores ambulantes, 4% en las tiendas de mercado y 2% por internet.
- Receta El 76% de los consumidores hace la compra por cuenta propia. Es decir por automedicación o por la costumbre de uso. Sólo el 24% restante compra los medicamentos con una receta médica.
- Ley La rendición de cuentas de Agemed de 2017 indica que se elaboró el proyecto para la nueva ley de medicamentos. Los involucrados esperan que ésta tome en cuenta el problema de la venta informal y el contrabando de fármacos.
- Controles En el mismo documento se indica que el 88% de sus actividades de vigilancia y control están concentrados en actividades relacionadas con las importaciones.
Fuente: paginasiete.bo