El estadio Édgar Peña es una bomba de tiempo

La realidad del estadio es dura. El sistema eléctrico de una luminaria ardió en 2017 y sigue así; se está formando un hoyo en la zapata de una torre y el cielo falso de las oficinas se cae a pedazos. Hay víboras y ratasMauricio Cambará / Fotos: Jorge Uechi

El estadio Édgar Peña Gutiérrez, que administra la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF), desde el 19 de agosto de 2017, vive una dura realidad. Un recorrido de DIEZ identificó un deterioro en varios de sus sectores. Por ejemplo, la consola eléctrica de una de las torres de iluminación ardió el 6 de agosto de 2017 y continúa en cenizas. Además, los cables que van hacia las lámparas de estas torres han permanecido bajo el agua por las lluvias.



El panorama no acaba ahí, porque estos mismos cables, deteriorados por el lodo que ya ha sido limpiado, han sido mordidos por las ratas. Octavio Soraide, presidente del comité de infraestructura de la ACF, admitió que han tenido que desconectar la electricidad por el riesgo y que en estos momentos “es casi imposible que se pueda jugar por las noches”. Pero el sombrío panorama no termina, sino que hay un hoyo formándose en la zapata de una torre.

El drenaje de las graderías no está bien, por lo que el agua se estanca, lo que origina filtraciones en el cielo falso de las oficinas y baños del estadio, que han provocado que se venga abajo. A ello se agrega que hasta hace poco, según Soraide, los generadores no tenían puertas y originaban un tremendo riesgo por la carga eléctrica que tienen. Por la humedad y la falta de uso hasta han aparecido víboras en la cancha y en varios lugares de la infraestructura.

 El sistema eléctrico de una luminaria ardió en 2017 y sigue así

“Esta es hoy la realidad, lamentable desde todo punto de vista”, dijo Soraide. El estadio fue entregado en la gestión 2014-2015 con recursos del programa Bolivia cambia, que ejecutó la empresa Mecpetrol Galeano SRL. Lo comenzó administrando la Alcaldía de Warnes, hasta que el 19 de agosto de 2017 pasó a manos de la ACF. Noel Montaño, secretario general, dijo que vienen pidiendo el proyecto a diseño final desde hace meses, sin tener una respuesta.

“Hicieron presupuesto de la torre que está incendiada, pero nunca la arreglaron”, se descargó Montaño. “Es una desgracia total y es un ‘cojonal’ de plata”, agregó. Según él, como ACF han pedido a la administración de Mario Cronenbold que les otorgue los planos de todas las conexiones, pero sin tener éxito. Desde la ACF ratificaron que se le han enviado cinco cartas y que por falta de los planos tienen que trabajar a ciegas en el tema eléctrico y de agua.

Desde Warnes, Mario Cronenbold fue tajante: “Van a decir que el estadio se los dejé así, cuando en realidad ahí jugaron Blooming, Oriente y Sport Boys con la mejor iluminación del país. Quieren descansar en mí su abandono y no se las va a creer nadie”, dijo el alcalde. “Ese estadio está hecho m… por la incapacidad en la administración que tiene hoy. No señores, ¡no van a descansar en mí esa incapacidad que han tenido!”, recalcó Cronenbold.

El drenaje no está bien hecho, es lo que concluye Soraide, ingeniero civil.

En las graderías y en el vestuario alternativo el piso aún está verde por los charcos que se han formado, mientras que en la parte de atrás de uno de los arcos, la hierba ha comenzado a ganar altura. Soraide ha cortado toda la electricidad porque el riesgo para los tres trabajadores que van a diario al lugar “es grande”. Pero además, las serpientes han comenzado a ganarse en el pasto. La última que mataron estaba por el gramado. En mayo, durante un partido de la B, apareció otra en el lugar donde suelen colocarse los planilleros de los partidos.

Desde la ACF han confirmado que insistirán por una entrega de los planos y que incluso solicitarán al UPRE (Unidad de Proyectos Especiales del Gobierno) para que exista una entrega oficial. Cronenbold respondió al respecto: “Quieren los planos para arreglar las goteras, ¡por favor!. Seguro van a decir que yo soy el culpable de que el estadio esté así, pueden hacerme la auditoría que quieran, ¡que se jodan!”, añadió molesto el alcalde.

De acuerdo a la plaqueta de la entrega, el monto del proyecto ascendió a Bs 26.811.524,57 y en un principio la Alcaldía de Warnes fue la que se encargó de la administración. Esta situación originó varios entredichos con la dirigencia de la ACF que hoy preside Lily Rocabado. En algún momento incluso se propuso una administración compartida, hasta que el año pasado la ACF asumió sola el mando. En enero de este año, el estadio estaba con la hierba alta.

¿Y la cancha? El gramado está apto para jugar; es más, está previsto que la primera semana de septiembre arranque el torneo de la ACF. De todas formas, Soraide, que comanda la comisión de infraestructura, tiene previsto brindar esta noche un informe completo de la situación actual en la reunión de consejo superior. “Solo espero que exista cuórum”, dijo el directivo, que preside el club Máquina Vieja. “Es una situación lamentable la que vive este estadio”, añadió.

El drenaje tampoco funciona El canal por donde debe fluir el agua del estadio también está obstruido por la hierba que se ha ganado en ese sector. Esto obliga a que el agua se estanque o no salga para dejar seco el estadio. La situación del estadio, es grave.

La zapata de una de las torres de preferencia corre riesgo de ceder

La torre de iluminación que está a la derecha del sector de preferencia corre el riesgo de ceder si es que no se actúa de inmediato. La plataforma de cemento que la rodea se ha partido y el suelo se ha hundido, originando un orificio por donde corre el agua.

La situación es preocupante, según Octavio Soraide, del comité de infraestructura de la ACF, porque si la lluvia persiste, la zapata puede ceder ante la humedad y desestabilizar la torre que está detrás de la gradería. La alarma se encendió luego de lo que sucedió en el estadio Juan Carlos Durán en 2017. Ese día se estaba jugando un partido de las divisiones menores y un niño murió tras la caída de la torre. Hoy, ese estadio no tiene luminarias.

Como el drenaje que está a unos metros igual está tapado por la hierba, el agua no tiene por dónde correr. Encima, en ese sector, en el que también hay un portón de ingreso, la tierra se amontonó producto de las lluvias y la humedad. “Este es un tema que preocupa bastante”, añadió Soraide desde el mismo estadio.

 

Fuente: diez.bo