¿En qué cree Evo Morales?

Francesco Zaratti Al Presidente del Estado Plurinacional le acompañan convicciones profundas y clichés populistas, pero también credos oportunistas.Entre las primeras está la defensa de la corporación de la coca afincada en el Chapare, y ahora también en el TIPNIS. Las millonarias y, generalmente, insulsas inversiones en esa región, la presencia permanente del mandatario en el lugar, especialmente después de los plantones de las plataformas del 21F y el costo del deterioro de la imagen internacional del Presidente, especialmente por los hechos de Chaparina y la existencia de “republiquetas de la coca” (Chapare, TIPNIS y La Asunta), son muestras claras de que el primer amor nunca se olvida.Los clichés populistas y los tuits de Evo Morales son universalmente conocidos, ora por ser objeto de burla ora por la airosa defensa por parte de esa involución histórica de las luchas sociales llamada “socialismo del siglo XXI”. Esos clichés, que vierten invariablemente en torno al imperio, el capitalismo, la derecha, la colonia y los neoliberales, suelen ser una afrenta a la verdad y a la historia.No pregunto si Evo cree en Dios, porque sé que para nadie es fácil afirmarlo, y menos negarlo. Pero sí me pregunto si Evo cree en la independencia constitucional entre Estado e Iglesia. Sin duda no confía en los obispos, los “jerarcas bolivianos”, pero está fascinado con los “sumos jerarcas” (Papa y Cardenal) a tal punto que no logra captar el sutil mensaje del papa Francisco al nombrar cardenal a un boliviano verdaderamente indígena.Como escribió proféticamente Fernando Molina hace 11 años, frente a la democracia Evo y sus acólitos son “conversos sin fe”. A partir del 21F sabemos cuánto respeto le vale al converso la voluntad del pueblo expresada en un referendo.¿Cree Evo en los derechos de la Madre Tierra? En Tiquipaya (2010), ante delegados de organismos y países, exigió un Tribunal de Justicia Climática y no ha dejado de repetir que los derechos de la Madre Tierra están antes que los derechos del hombre. Excepto que ese hombre, sea un cocalero o un gerente de empresas petroleras o chinas.La lucha contra toda forma de discriminación es una norma de vida que los opositores deben cumplir religiosamente –o ¡ay de ellos!–, pero que no se aplica al jefazo cuando de ofender a las mujeres se trata o cuando sus zapatos están desamarrados.Nadie podría negar que nuestro Presidente fuera un ferviente anticolonialista, hasta que un tal Zapatero revelara cándidamente que las apasionadas arengas antiespañolas son para Evo una forma peculiar de expresar su amor por la madre patria. Me pregunto, a propósito del BBVA, ¿por qué no se denunció el tratado de protección de inversiones con España, como se hizo con otros países?¿Convendrá Evo con Cicerón en que la ley es “la única esclavitud que nos hace libres”? En realidad el suyo parece un sometimiento instrumental: la viola cuando le estorba, que para arreglar el entuerto están sus abogados.Por otro lado, su fe en el actual modelo económico se parece mucho a la mía. Sin poder comparar mis saldos bancarios con los suyos (yo apenas trabajé 42 años en la universidad), ambos tenemos la mitad de nuestros ahorros prudentemente guardados en dólares.Si le preguntáramos si está antes el interés del país o la afinidad ideológica, nos dirá que cree en la “diplomacia de los pueblos”, pero no del pueblo venezolano ni del nicaragüense, que están siendo extirpados y masacrados por gobernantes ideológicamente afines a él.En fin, se podría seguir indagando si Evo cree en la austeridad, la humildad, la verdad, la justicia y los derechos humanos. Asumo que la respuesta es “¡depende!”. Depende de si sirven o no a su incorregible adicción al poder.

Francesco Zaratti es físico y analista.Twitter: @fzarattiFuente: paginasiete.bo