Enviados de Dios



Algunos podrían juzgar como apresurada la aparición del obispo de Sucre, Jesús Juárez, quien salió al cruce de la reciente declaración de Evo Morales como el nuevo enviado de Dios. La autoridad de la Iglesia tiene suficientes años como para saber del peligro que significa mezclar religión con política, matrimonio que han utilizado muchos autócratas en la historia para perpetuarse en el poder. Sin ir muy lejos, la esposa del presidente nicaragüense, Rosario Murillo, se ha convertido en una suerte de sacerdotisa del régimen que combina ritos religiosos con actos de brujería para darle un halo de misticismo al gobierno de Daniel Ortega. El Peronismo en Argentina se alió a una secta espiritista y el objetivo era dotar a Evita y a Domingo Perón de cualidades divinas. En Venezuela, la torpeza de Nicolás Maduro evitó que la cosa se ponga seria, pero la meta era convencer al pueblo de que el espíritu de Hugo Chávez habita en todos lados, incluso en un pajarito.

Fuente: eldia.com.bo