Evo abre puerta a biodiésel y prevén un 40% de ahorro en la importación

Productores e industriales oleaginosos hablan de potencial y capacidad para producir el biocombustible, pero ven difícil, sin biotecnología, expandir la productividad en campo y las inversiones en las industrias

F. Rojas / J.C. Salinas



Durante el Primer Foro Internacional del Gas, Petroquímica, Combustibles Verdes Bolivia 2018, que se lleva a cabo en los salones Chané y Sirionó del predio de Fexpocruz, el presidente Juan Evo Morales comunicó que en dos semanas se promulgará la ley que regirá la producción de etanol y adelantó la incursión de Bolivia en la producción de otro combustible verde: el biodiésel.

Antes de ambos anuncios, el mandatario, como ocurre casi siempre en este tipo de evento, compartió datos relacionados con los resultados alcanzados en 12 años de gestión, sobre todo en el ámbito de la nacionalización de los hidrocarburos y del modelo económico vigente en el país.

“De acá a dos semanas hermanos agropecuarios promulgamos la Ley de Etanol”, indicó Morales, al dar cuenta que, con datos de expertos, esta iniciativa público-privada, además de garantizar energía limpia en la combustión de los vehículos y el medioambiente, incrementará un 1% el PIB nacional y reducirá la subvención e importación de combustibles líquidos.

Es más, Morales dio un paso y dijo que pidió al Ministerio de Hidrocarburos y a los empresarios agropecuarios cruceños sentarse y encaminar, a través de esa combinación Estado-privados, el proyecto de biodiésel para evitar más gastos en importación.

Con datos oficiales, de empresarios y de expertos, la incorporación del biodiésel a la matriz energética del país permitirá un ahorro de hasta un 40% en la compra de diésel del exterior. En 2017 se destinaron Bs 1.528,7 millones para mantener congelado el precio de este carburante.

Mirada del sector privado

Para el presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Richard Paz, la declaración del presidente es oportuna para avanzar en la propuesta de elaboración de biodiésel. Hizo notar que este biocombustible no solo se consigue de grano de soya, lo que abre la posibilidad a otras oleaginosas.

Empero, Paz aseguró que con la actual producción de soya está abastecido el mercado interno, pero para entrar “con fuerza” a la era del biodiésel será necesario, inevitablemente, aumentar la productividad y frontera agrícola, “cosa que se podría lograr con acceso a nuevas tecnologías para producir más y mejor”. Bolivia produce unos 3 millones de toneladas de granos de soya en los ciclos de invierno y verano.

Desde el punto de vista del gerente general de la Sociedad Agroindustrial Nutrioil S.A. y delegado del sector agroindustrial oleaginoso, Jorge Arias, Bolivia tiene potencial para incursionar en la producción de biodiésel, siempre y cuando se incremente la frontera agrícola soyera. Dijo que las industrias oleaginosas requieren 4,5 millones de toneladas de grano y solo se dispone, en las dos campañas agrícolas, de alrededor de 2,9 millones de toneladas. Estima un déficit de 1,5 a 2 millones de toneladas de granos, que hacen que las industrias registren un 50% de capacidad ociosa de su infraestructura estática instalada debido al déficit de producción de granos.

En la actualidad, según Arias, la industria boliviana produce alrededor de 560.000 toneladas de aceite crudo -es la materia prima para producir biodiésel- y de ese volumen se refina 130.000 toneladas, que es el consumo del mercado nacional y el resto -430.000 toneladas- se exporta. Cálculos de cotizaciones, a decir de Arias, establecen que se requiere una inversión de $us 18 millones para montar una unidad de procesamiento, con una capacidad de 150.000 toneladas de aceite crudo para convertirlo en biodiésel. “Es difícil invertir con capacidad instalada ociosa”, puntualizó.

Arias indicó que Bolivia tiene potencial y la capacidad para producir biodiésel, pero que la limitación es la falta de granos para cubrir las expectativas de molienda de las plantas. Para ello, dijo que debe apostarse al uso de material transgénico para aumentar la productividad en campo y darse una mayor inversión en la expansión de la superficie agrícola cultivada.

Javier Arze, gerente general de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz, señaló que es muy interesante el proyecto de biodiésel, ya que va a permitir acceder a un combustible más ecológico que cuida el motor. En el caso de la maquinaria del sector, que mayoritariamente funciona con diésel, dijo que saldrá favorecida.

Arze dijo que con el biodiésel se producirá un producto nuevo, con mejores precios que las actuales exportaciones y que disminuirá la importación de diésel y mejorará el combustible.

Sobre el etanol

El anuncio de promulgación de la ley de etanol en dos semanas fue recibido con beneplácito por los líderes de los ingenios azucareros Guabirá, Unagro y Aguaí que este año han invertido $us 135 millones en infraestructura y plantas deshidratadoras de etanol. En octubre, si hay pacto comercial, los tres ingenios entregarán 80 millones de litros del aditivo ‘verde’.

En 2019, el ingenio La Bélgica se sumará al programa etanol. Para ello, según el presidente y propietario de la factoría, Rodrigo Gutiérrez Fleig, adquirieron una destilería de Brasil, cuya capacidad de producción ronda los 300.000 litros de alcohol por día. Además, dijo que instalan un tercer trapiche para duplicar la capacidad de molienda. La Bélgica invierte $us 35 millones para la producción de etanol.

Fuente: eldeber.com.bo