Resultados reveladores
Los corredores, divididos en tres grupos, siguieron distintas indicaciones para analizar la efectividad del control mental. Al primer bloque se le recomendó el desapego a la prueba, la pasividad. Al segundo se le aconsejó buscar un entretenimiento para no pensar en el esfuerzo físico. Y el tercero corrió de forma habitual. A todos se les midió el estado emocional y grado de esfuerzo en intervalos de 30 minutos. Los resultados fueron reveladores. Aquellos que intentaron separar la parte emocional del esfuerzo físico registraron niveles mucho más bajos de esfuerzo y excitación que los que no aplicaron ninguna técnica o buscaron entretenimiento.
Esta prueba pone de manifiesto, una vez más, que la habilidad para regular la emoción y la percepción de elementos de estrés no sólo ayuda a soportar el dolor y el cansancio, sino que, además, hace que sea menos agudo. Es, en definitiva, una nueva forma de decir que la actitud lo es todo. Ya decían los antiguos filósofos que el carácter es el destino.
¿De verdad me ayuda la evaluación cognitiva?
Sí, puede. La base para que la teoría funcione es la capacidad de analizar los dos planos a los que nos enfrentamos de forma habitual: lo que de verdad sucede y lo que sentimos al respecto. La percepción de las cosas es también una elección que depende de nosotros. Los responsables del estudio coinciden en que, sin saberlo, ponemos en práctica la evaluación cognitiva de forma habitual. Pero el desafío consiste en aprender a manejar realmente nuestras reacciones para que redunden en beneficio propio. Por ejemplo, en el caso de los corredores de larga distancia, podemos pensar que ya tienen resistencia física para soportar el recorrido. Pero lo que el estudio intenta demostrar es diferente. Quizá los atletas se centren en aspectos y técnicas emocionales que les permitan gestionar de un modo más sencillo el esfuerzo al que se ven sometidos. El placer de alcanzar la meta o el crecimiento como deportistas pueden ser algunos de los pensamientos o, en definitiva, trucos de la evaluación cognitiva. No consiste en un simple “tú puedes hacerlo”, sino que va más allá. Es un estudio de análisis personal. Y, como todo, es cuestión de probar.Cada situación depende de nosotros mismos. Es quizá, una de las claves fundamentales no sólo para el deporte, sino para la vidaAdoptar esta especie de filosofía puede que no le funcione a todo el mundo. Los propios expertos de la revista citada también reconocen que, independientemente de la evaluación cognitiva, la mejor estrategia para cada persona es aquella con la que cada uno se sienta más cómodo. Es también parte de lo que refleja el estudio: cada situación depende de nosotros mismos. Es quizá, una de las claves fundamentales no sólo para el deporte, sino para la vida.Fuente: www.elconfidencial.com