¡Lo que se perdieron, señor Presidente!


Carlos Federico Valverde Bravo Mi amigo Carloncho me pidió que le ceda mi espacio para que él le escriba a su líder; fue tan humilde al hacerlo que no pude decirle que no. Mi presidentango: Aviso que he decidido cambiar mi patrioterismo nacional por el patrioterismo plurinacional; consecuentemente, sepa que celebré la pérdida de la medalla de Bolívar porque entendí que llegaba la oportunidad de homenajear a mi presidentango como se merece, es decir, con la medalla presidencial que simbolice el proceso de cambio!!!Visualicé una a la medida de su grandiosa figura… la percibí en forma de hoja de coca, estilizada; soñé que alguien diseñaría una gran «base» conteniendo su pétreo y adusto rostro, como marco de todo lo que podría poner en el mismo… imaginé que tendríamos los símbolos del FONDIOC, del BUNION, con Pari incluido, las barcazas chinas, Papel-Bol, la planta de Urea y sus rieles que llegan a ningún lado; la producción de la misma como una montaña blanca, simbolizando a la vez, el producto terminado (usted me entiende), de la hoja de coca esa maciza y fuerte motivación de coraje que crece en nuestro Trópico, de donde salió usted; se me antojó que podríamos entrelazar situaciones  y juntarlo con el Museo de Orinoca, erigido en celebración y testimonio de su nacimiento; todo esto en un espacio abigarrado, es decir, compuesto de muchos elementos muy diversos, sin guardar orden o conexión entre ellos.En realidad, es usted el hilo conductor, de tan majestuoso arte, mi presidentango, de tal manera que lo de abigarrado le viene como “collar al Evo”, para simbolizar esta nueva y definitiva etapa del Estado plurinacional de Bolivia.Y a propósito, pensé que ya que nos libraríamos de la “tal medalla de Bolívar”… con la medalla de Evo a la que pudiéramos llamar Evdalla (no como el libro del muchacho ese … Rodríguez, que se hizo el chistoso) sino como el corolario de un marco que defina de lo que se trata todo esto.El diseño de la “banda” tendría que tener el frontis de la “casa del pueblo”, con sauna, jacuzzi y sala de masajes incluidos y sus adornos y perendengues representarían la revolución en movimiento; muy plebeya, con los rostros de don Santos Ramírez, las hermanas Terán, doña Nemesia y, por supuesto, de la dueña de sus desvelos, doña Gabriela Geraldine y otros tantos patriotas que fueron indebidamente defenestrados.¡Lo que nos perdimos, mi presidentango, por tener ladrones vulgares y ordinarios!  cómo no se enteraron del abandono de la mochila nuestros compañeros, esos con una tremenda habilidad para quedarse con lo del Estado; estoy seguro que si ellos fueran como el lascivo teniente que en media hora hizo “dos habitaciones” con diferentes damas (será potente pero es un tirorápido), y merodearan lenocinios como lo hacen en instituciones públicas, ya nos hubiéramos librado de la medallita y, seguramente, a estas horas estuviéramos avisando el diseño de la que lo honraría como corresponde.En fin, soñar no cuesta nada…Suyo: Carloncho el pajlita que mejor le chupa las medias¡Cumplido, Carloncho! (que no se te haga costumbre).Carlos Federico Valverde Bravo