El que no se haya convencido de la gravedad de la situación de Venezuela, con la hambruna, el éxodo y la escasez, solo tiene que conocer la última noticia para darse cuenta de que las cosas se han puesto al límite.
Se trata del asunto más emblemático e importante del país después del petróleo, que dicho sea de paso, atraviesa su peor crisis, con drásticas caídas de producción. Hablamos del Miss Venezuela, cuya versión 2018 ha sido suspendida por decisión judicial, originada en la queja de una concursante elegida el año pasado, a la que se le impide participar en el concurso de Miss Mundo. Venezuela es reconocido como la “fábrica de reinas de belleza” y allí los concursos siempre han sido tan importantes como los torneos de fútbol o como las elecciones políticas. El Miss Venezuela es equivalente al circo romano y desde hace unos años el caos reinante comenzó a generar problemas dentro de la organización que durante décadas estuvo a cargo del cubano Osmel Sousa, ahora apartado del certamen.
Fuente: eldia.com.bo