Complejo, así se presenta el mercado cementero para las industrias

El Día abordó el tema con las principales empresas del sector: Fancesa, Soboce, Coboce e Itacamba. Ellas esperan que el ingreso de la estatal sume una sana competencia entre sí.



Ref. Fotografia: La sobreoferta del cemento ya es notorio en los principales mercados de Bolivia. Santa Cruz es el más consumidor del país.

El simple anuncio del ingreso de un nuevo competidor en el  mercado cementero del país, ha puesto en debate  a las principales industrias del sector. Si bien, las empresas como Fancesa, Itacamba, Soboce y Coboce, celebran que Cementos de Bolivia (Ecebol) empiece a operar a partir del 2019, sumándole otros 1,3 millones de toneladas anuales a la actual producción que ya supera los 6,0 millones de toneladas (en base a los datos de la capacidad instalada de cada empresa), estás admiten que harán aún más complejo la competitividad en el mercado interno. 



«El ingreso de cualquier tipo de industrias al sector siempre es bienvenida, dado que eso genera empleos, nos trae modernidad y tecnología. Obviamente en un mercado de sobreoferta de cemento, lógicamente va a tener que reconfigurarse el mercado», señaló Marcelo Díaz, gerente general de Fancesa.

«Desde hace un lustro, el mercado de cemento en Bolivia es cada vez más complejo», asegura de manera tajante, Juan Mario Ríos, gerente general de Soboce (Sociedad Boliviana de Cemento) S.A., firma con 93 años de experiencia en la industria del cemento. 

En ese ámbito Ríos remarca que el ingreso de la empresa estatal en 2019, como está anunciado, «va a generar un escenario aún más competitivo, lo cual plantea desafíos importantes para todas las empresas cementeras».

En la misma línea, Cristian Olea, gerente general de Coboce, con fábrica en la ciudad de Cochabamba, señala que el ingreso del nuevo competidor en el mercado, en el fondo, beneficiará al consumidor final. 

En contexto.  El pasado 1 de septiembre se informó que Ecebol, la Empresa Pública Nacional Estratégica Cementos de Bolivia, tiene casi el 100% de las obras de instalación de la planta concluidas. Su ingreso en la producción y comercialización de cemento cubrirá al menos entre el 25 al 30% de la demanda del país, según información de esa compañía.

Actualmente ya se encuentra desarrollando las pruebas de la maquinaria de la fábrica ubicada en el municipio de Caracollo al norte de la ciudad de Oruro, sobre la carretera doble vía a La Paz. 

En ese ámbito, Olea de Coboce, enfatiza que «los competidores deben redoblar esfuerzos para ofertar productos de calidad a un precio competitivo, disminuyendo costos apuntando a una mayor eficiencia. El ingreso de Ecebol está proyectado bajo la misma regla», apunta.

En cambio, para la firma Itacamba, que arrancó el 2017 convirtiéndose en uno de los competidores en el mercado de Santa Cruz, afirma que con la sobreoferta de cemento, las empresas deberán tomar medidas para ser más eficientes y debido a los altos costos de transporte, enfocarse en atender a los mercados más cercanos a sus plantas. 

«Nosotros estamos preparados ante este nuevo escenario, pues nos encontramos produciendo en una planta con tecnología de punta que brinda un cemento de calidad superior, con una logística que nos permite atender a nuestros mercados competitivamente», explicó Alejandro Capela, gerente general de la industria asentada en Yacuses, cerca de Puerto Suárez.

Situaciones de mercado. El cemento, entendido como materia fundamental para la construcción de cualquier obra de ingeniería, a diferencia de otros años atrás, hoy cuenta con una gran oferta del producto frente a una demanda que cada día se achica más, como efecto de la notoria desaceleración económica que vive el país y una declinación de otros factores inherentes como la inversión pública y un sector privado que siente los efectos de la contracción.

Y para muestra un botón. Según datos recogidos por El Día, de cada una de las principales industrias se establece que la producción actual del cemento superan las 6,0 millones de toneladas anuales, frente a una demanda interna estimada que se espera pase 4.0 millones de toneladas hasta diciembre. En consecuencia se prevé que este 2018 la oferta superará a la demanda en más de 2,0 millones de toneladas. 

Sin embargo, otro de los factores que explican tal situación, según Capela de Itacamba, es que en estos últimos años, el sector cementero ha sido uno de los que más ha invertido, tanto desde el ámbito privado como el público, lo que posibilitará una mayor disponibilidad de producto.

En contrapartida, la demanda de cemento se ha reducido en los últimos periodos. «En Santa Cruz, tuvimos una caída de 9% en 2017 y en los primeros meses de 2018, cerca de 1%. En ese contexto, las empresas que estaban acostumbradas a operar con 100% de su capacidad van a tener que ajustarse a los nuevos tiempos», precisa Capela.  

No obstante, Díaz de Fancesa, señala Ecebol si bien tiene anunciado ingresar con 1.3 millones de toneladas anuales, la misma como todo emprendimiento nuevo que busca posicionarse en el mercado, lo hará de manera gradual.

«En la industria cementera no se puede introducir de la noche a la mañana 1,3 millones de toneladas al mercado, porque requiere un proceso de adecuación de seis a ocho meses. De todas maneras habría que conocer cuál es su plan de producción, geográficamente cuál es su plan de comercialización  y el plan de exportación de cartera», precisó Díaz. Finalmente, señaló que habrá que saber cuáles son su estructura de costos, en el entendido de que debe haber una competencia leal. «Al final entendemos que cualquier tipo de competencias debe ser leal, en procura de evitar subsidios sean estos directos o cruzados», precisó Díaz.
Absorción de la inversión pública. Entre otros aspectos, con el arribo de Ecebol al mercado el 2019, se informó que no solo sumará más volúmenes a la oferta de cemento al mercado, sino que  se prevé que gran parte de las obras públicas que el Gobierno ejecuta serían resueltas con la producción de la empresa estatal. 

La demanda de cemento por parte del Estado, vía la inversión pública, según las propias empresas del sector, equivalen a un tercio de la producción nacional. 

En ese entendido Olea de Coboce, señala que al regirse a normas técnicas establecidas en el ordenamiento legal vigente; especifican los tipos de productos que deben emplearse y sus características técnicas «por lo que vemos una amenaza real el hecho de que estas obras empleen este cemento en particular». «Sin embargo, debemos confiar en que el Gobierno aplique reglas claras y transparentes para todos los competidores en el entendido que las empresas cementeras tanto públicas como privadas aportan al país en la cadena de valor productiva», apuntó. 

A su vez, Capela de Itacamba, refiere que los proyectos públicos deberían ser atendidos por las plantas que sean más competitivas para llegar hasta las obras. «La calidad, costo y eficiencia logística deben ser tomados en cuenta», asegura.

«Nosotros esperamos que la obra pública continúe demandando el cemento que produce Soboce, en un marco de competencia leal», apunta Ríos. 

«Nuestra oferta es muy competitiva en calidad y precio; cumplimos con todos los requisitos de la Norma Técnica Boliviana, lo que brinda seguridad y garantía de calidad de los productos adquiridos por el cliente», precisa. 

De la misma manera estamos seguros, argumenta el ejecutivo de Soboce,  que el sector estatal  tiene planes para incentivar el uso del cemento en obras de infraestructura como pavimentos rígidos, ámbito donde dicha empresa tiene amplia experiencia.

«Además, con las últimas inversiones realizadas en nuestra planta de Viacha contamos con el primer molino vertical instalado en Bolivia, lo que nos consolida como la industria más grande y moderna del país, con una capacidad de producción insuperable, en términos de calidad, volumen y de protección del medio ambiente», finaliza.

La principal cementera de Santa Cruz se afianza

mercado. Itacamba con asiento en Yacuses, frontera con el Brasil, es la única empresa netamente cruceña, cuyo objetivo es crecer en dicho mercado y para lo cual apuesta a subir sus ventas de 433 mil alcanzados el 2017 a 600 mil toneladas de cemento para este 2018. «Santa Cruz, que es nuestro mercado natural, es una plaza muy dinámica. La calidad de Cemento Camba nos ha permitido ser parte tanto de obras pequeñas, como proyectos de gran magnitud e impacto para la región. El objetivo es consolidar nuestro liderazgo», dice Alejandro Capela, su gerente general. 

Punto de vista

'Tiene que ver con que la inversión pública está parada'

José Alberti
Economista  y expredisidente

«En el ingreso de una empresa pública al escenario cementero, la inquietud más que en el contexto del mercado, radica en la ineficiencia de estas entidades que en el fondo solo han generado grandes pérdidas económicas, cuyos recursos son de los bolivianos.

Lamentablemente, el Gobierno sigue insistiendo en la formación de más empresas estatales en diversos sectores, pero con una total ineficiencia en los resultados de factibilidad, que lo único que contribuyen es al enorme déficit fiscal, como efecto de la poca transparencia del manejo financiero de estas empresas.

En ese contexto, es también una mala alternativa el ingreso de la empresa estatal a un mercado bastante competitivo y serio hasta el momento. Una empresa adicional  solo fragmentaria el mercado, más aún cuando la capacidad productiva supera de manera aventajada a la demanda, por lo que la alternativa es exportar parte de esa producción para generar más ingresos.

No cabe duda que el mayor comprador de cemento es el Estado, a través del Gobierno central y las instancias subnacionales como son las gobernaciones y las alcaldías, cuya inversión pública es la que compra cemento. En ese sentido, con el anuncio de la nueva cementera, es natural el temor de la industria privada que dicha demanda de la inversión pública sea absorbida por la empresa estatal. Si eso fuera así,  distorsionaría el mercado y echaría por tierra las inversiones en ampliaciones  de nuevos molinos y plantas que están haciendo las industrias».

Fuente: eldia.com.bo