Choferes señalaron que muchos de ellos aguardaron desde la madrugada de ayer para llenar sus depósitos, un procedimiento que normalmente toma una hora.
Camiones cisterna forman filas en la puerta de la planta de Senkata de YPFB, ayer en El Alto. Fotos Víctor Gutiérrez / Página Siete
Los conductores indicaron que desde YPFB les informaron que las demoras se debían a problemas logísticos y pedían paciencia a los conductores.Édgar Quispe, dirigente del Sindicato Mixto de Transportes en Carburantes Nacional e Internacional (SIMTRAC), informó que en una reunión con funcionarios de YPFB se les hizo conocer que hubo retrasos en la llegada de gasolina desde Arica, pero que se decidió trabajar 24 horas para subsanar la demora.“Ya no tenemos el problema que tuvimos ayer (martes); sin embargo, todavía tenemos cisternas esperando. En YPFB nos dijeron que los problemas vienen de Chile, donde no se pudo cargar el combustible y por eso se produjo el retraso”, dijo otro conductor de camión cisterna.Respecto a cuánto tiempo demorará en normalizarse la entrada y salida de cisternas a la planta, Quispe dijo que unos dos días.“La planta ahora está trabajando 24 horas, claro que hay algunos retrasos pero yo creo que en máximo dos días todo va a estar solucionado”, explicó.La tarde del martes, al menos seis surtidores de La Paz se quedaron sin gasolina. Horas antes, algunos representantes del transporte pesado ya habían dado la alarma de que el diésel se había esfumado de las estaciones de servicio.Para la noche, largas filas de vehículos se formaban en los surtidores y en las redes sociales se gestaba el rumor de una posible escasez de carburantes.Por su parte, el vicepresidente de Operaciones de la petrolera, Gonzalo Saavedra, informó la noche del martes que al mediodía se produjo un “pequeño desfase” en la entrega del producto en los ductos que vienen de Cochabamba.“En seis de las 69 estaciones de servicio que tiene La Paz se quedaron sin producto. Esto ha generado esa alarma en la población. Por tanto, se crearon colas en otras estaciones de servicio y ello nos han generado que se acabe el producto en otras”, dijo.Hasta el mediodía de ayer la venta de gasolina se había normalizado en los surtidores de La Paz y El Alto, con algunas filas pequeñas de vehículos en algunos casos, las cuales eran atendidas con celeridad.
En el caso del diésel, hasta la tarde de ayer, muchas estaciones de servicio del centro y la zona Sur de La Paz seguían sin tener stock, mientras que otras presentaban largas filas de camiones, buses y otros.YPFB asegura que provisión se normaliza y culpa a redesEl vicepresidente de Operaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Gonzalo Saavedra, garantizó ayer el abastecimiento de gasolina y diésel en el país, principalmente en el departamento de La Paz, donde el martes se reportó escasez de combustibles en seis surtidores debido a problemas logísticos.El ejecutivo aseguró que YPFB cuenta con los stocks necesarios para abastecer de combustibles al mercado interno, con lo que refutó los rumores que circulan en las redes sociales de una supuesta escasez .“Descartar cualquier información que está en las redes de que hay un problema de abastecimiento. YPFB cuenta con los stocks necesarios de gasolina y de diésel para abastecer a la ciudad de La Paz y a El Alto, a las provincias, y no sólo en el departamento de La Paz, sino en todo el país”, precisó.Respecto al desabastecimiento en seis estaciones de servicio de La Paz, Saavedra explicó que el inconveniente se generó porque un lote de gasolina tuvo una demora en la programación de entrega a los surtidores, lo que causó largas filas de vehículos.No obstante, dijo que esta jornada la comercialización es normal en La Paz, que consume al día 1,6 millones de litros de gasolina y 1,3 millones de diésel.Asimismo, el vicepresidente de Operaciones de YPFB pidió a la población no dejarse influenciar por los rumores que circulan en las redes sociales y que llevaron a cientos de conductores a hacer largas filas para comprar gasolina y diésel en la noche del martes.Página Siete / Manuel Filomeno / El Alto