El cerro de Linkupata cede y los vecinos temen un nuevo aluvión en Cochabamba

El 25 de febrero de 2018 pobladores de Linkupata, ubicada en el Distrito 3 del municipio de Tiquipaya, advirtieron que existen al menos cuatro zonas de riesgo de deslizamiento, de los que tres se encuentran en la subcuenca Taquiña.

La subcuenca Taquiña forma parte de la cuenca mayor del río Rocha y sus afluentes  recaen en las comunidades de Linkupata, Crusani, laguna Taquiña y  Cara Linde.



En una inspección realizada por Los Tiempos se constató que hay gran desprendimiento de piedras y tierra a aproximadamente seis kilómetros de la fábrica Taquiña. Gran parte del camino que pobladores usan para llegar a la comunidad de Linkupata está intransitable y el resto del camino desapareció.

Agua cristalina y un ruido ensordecedor que proviene de las alturas de Linkupata son una alerta para los comunarios y las autoridades municipales (Tiquipaya), departamentales y nacionales. Piedras de al menos 15 metros  de tamaño, tierra desprendida, algunos árboles caídos y gran cantidad de arena es lo que se encontró en el lugar.

Pese a que funcionarios de la Alcaldía de Tiquipaya y personal de Cuencas de la Gobernación realizan inspecciones semanales a la zona antes referido, no se advirtió ningún trabajo de prevención para evitar cualquier incidente, sólo se evidenció que demarcaron algunas rocas.

Pedro Fuentes, secretario de relaciones de Linkupata, en una inspección que realizaron hace ocho meses autoridades de Tiquipaya, afectados por el aluvión, periodistas y comunarios, explicó que la primera zona de riesgo se encuentra a dos kilómetros del lugar donde se desprendió parte del cerro, la segunda a cuatro y la tercera a cinco kilómetros. Todas están ubicadas en la misma cuenca: Taquiña.

“Vemos que las autoridades suben cada semana, pero van a sectores equivocados por eso no encontraron el foco del peligro inminente que tenemos a kilómetros de este sector”, refirió uno de los afectados por el aluvión.

Las familias de Molle Molle Noroeste y de Juventud Chilimarca fueron las más afectadas con la mazamorra  registrada en febrero de este año. Actualmente, trabajan a diario para reconstruir sus casas, armando gaviones y defensivos cerca de sus terrenos para estar protegidos durante la época de lluvias.

“Ya son nueve meses de lo que pasó. Sólo los días del desastre vinieron a socorrernos. Las autoridades se comprometieron a realizar trabajos de prevención, nos prometieron cielo, mar y tierra, pero  todo quedó en promesas”, refirió Policarpio Rojas, vecino de Juventud Chilimarca.

Donativos, kermeses y otras actividades realizadas por los afectados son la forma que tienen para cubrir los gastos de construcción de gaviones y muros de contención.

“Ya estamos en época electoral. Esperamos que por lo menos los políticos vengan a levantar una piedra”, dijo  otro vecino.

Los pobladores, según relatan, reconstruyeron parte de sus viviendas gracias a donativos.

Este medio de comunicación intentó comunicarse con el subalcalde del Distrito 5, Gustavo Vargas,  y el alcalde de Tiquipaya, Juan Carlos Angulo, pero estas autoridades no contestaron las llamadas.

Cinco víctimas

La tarde del 6 de febrero de 2018, vecinos del Distrito 5 resultaron seriamente afectados por una mazamorra que llegó desde la naciente de la subcuenca Taquiña. Cinco personas fallecieron y decenas de familias perdieron sus viviendas y objetos personales además de que 100 casas fueron afectadas.

VECINOS SE NIEGAN A TRASLADARSE

El responsable de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR), Roberto Campero, indicó que hay preocupación en el municipio porque geólogos e hidrólogos indicaron que el aluvión podría repetirse, pero los afectados se negaron a abandonar el lugar. “Esperamos que no se dé un desastre similar”, dijo.

Los afectados no han aceptado recorrer la franja de seguridad. “Las comunidades han hecho caso omiso. Al contrario, han mandado un voto resolutivo indicando que no iban a retroceder ni un centímetro del lugar porque tienen documentación”, explicó.

15 EMPRESAS NO RECIBIERON PAGO

Propietarios de 15 empresas que desarrollaron trabajos de limpieza para sacar el lodo de las viviendas y reencauzar el río Taquiña, después del aluvión del 6 de febrero en Tiquipaya, protestaron en puertas de la Alcaldía por falta de pago.

La Alcaldía de Tiquipaya se comprometió a pagar hasta el 5 de febrero de 2019 cerca de 2 millones de bolivianos por el trabajo de 40 maquinarias pesadas por las tareas de emergencia tras el aluvión del 6 de febrero. Los dueños de las maquinarias  se declararon en emergencia hasta la cancelación de la deuda.

FAMILIAS DEBEN CONTAR CON PLAN DE EMERGENCIAS

El subdirector de la División de Preparación Individual y Comunitaria de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA),Matthew Lyttle, en su paso por Bolivia, explicó que es fundamental que cada familia cuente con un plan de contingencia contra desastres naturales dependiendo del sector donde vive.

Ahorrar para tiempos difíciles, recopilar documentos personales como cédulas de identidad, pasaportes, certificado de nacimiento, planificar con los vecinos, documentar y asegurar la propiedad son algunos pasos que las familias deben planificar para hacer frente a un evento climatológico, en este caso un aluvión.

“La gente debe evitar construir en sectores que son de alto riesgo de deslizamiento. Primero se debe pensar en el futuro y en resguardar la vida”, señaló.

Lyttle observó que en Bolivia hace falta concienciar a la gente sobre los riesgos que representa vivir en sectores de peligro, además de no existir un plan de contingencia en cada familia.

Fuente: lostiempos.com