Maten al mensajero



El Gobierno se ha puesto nervioso con la solicitud de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que le ha pedido al régimen nacional aclarar si en Bolivia se practica el espionaje a los periodistas, algo que en el mundo civilizado es extremadamente grave, pues daña la libertad de expresión, el pilar fundamental de la democracia. La intervención del organismo no tiene otra intención que acusar recibo y darle relevancia internacional a esta lamentable noticia y todos los detalles que se conocieron a raíz de una grabación en la que el comandante de la Policía, Faustino Mendoza, le hace conocer al presidente Morales y otros miembros del Gobierno de esta tarea a favor del “proceso de cambio”. De no haber sido por la persona que grabó esa confesión, nada hubiera pasado. Pero justamente el Gobierno ahora quiere atrapar a ese ciudadano que puso en evidencia algo que debería ser considerado un delito.

Fuente: eldia.com.bo