Un medio de comunicación nacional titulaba con extremada ingenuidad (queremos creer), que la nueva constitución cubana fue aprobada con “una mayoría aplastante”. Se refería al 87 por ciento que votó por el “sí”, algo que no debería llamar la atención, pues desde que se inauguró la dictadura comunista hace más de 60 años siempre ha habido elecciones y todas han sido ganadas por los tiranos de forma abrumadora. No podía ser de otra manera, pues estamos hablando de una de las autocracias más antiguas y más longevas del mundo, que se las sabe todas para mantener controlada a la ciudadanía. En primer lugar, qué puede importar una constitución en un país que no respeta los derechos humanos y que se resiste a cambiar. Por otro lado, es la primera vez que hay un buen porcentaje que decide decir “No”, además de que los cubanos que se negaron a ir a votar suman el 15 por ciento. Entre ambas cifras casi llegan al 30 por ciento. Como para preocupar a los amos de la isla.
Fuente: eldia.com.bo