El análisis del sicólogo argentino, especialista en deportistas, ahonda sobre la mente del atleta de alta competencia. Afirma que cuando uno más piensa en el resultado, más se aleja de él y añade que es clave tratarse bien a uno mismo en medio de las pruebas
Mauricio Cambará F.
La presión, ¿es buena o mala? En la alta competencia es frecuente sentirla y hay quienes, en medio de esa tensión, se sumergen sin problemas y responden. El argentino Carlos Giesenow es un sicólogo especialista en clínica deportiva que ha estudiado, vivido y escrito sobre el tema. A él recurrimos para hablar de algo tan frecuente entre los deportistas.
¿Cuándo comienza a haber tensión?
Puede comenzar desde muy chico y va a depender mucho de cómo se presente la experiencia deportiva, es decir, si los padres le ponen presión para que haga goles o para que sean los goleadores del equipo, para que sean los mejores. O si los padres están al costado de la cancha gritando, o los entrenadores remarcando en exceso cada vez que el chico se equivoca en vez de tomarlo como una oportunidad de aprendizaje, ahí hay presión. Los chicos van a tener miedo de equivocarse. Si en cambio, los padres que apoyan a que sus hijos tengan más bien experiencias que preocuparse por la victoria o por ser los más destacados, van a tener presión en la medida de que vayan creciendo, que vayan asumiendo una carrera profesional.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
¿Cómo sobrellevar partidos de mucha presión como clásicos, partidos con la selección, finales, etc?
La presión muchas veces tiene que ver con dónde pongo la atención, dónde pongo el foco. Si yo pongo mi atención más en el resultado que en el juego, voy a tener presión. Una idea es hacer lo que yo sé hacer o lo que estoy preparado para hacer, algo de presión voy a sentir, pero voy a manejarme mejor ante ese momento. Pero si estoy pensando ‘uy’ este es el clásico, tengo que jugar bien, hoy no podemos perder, tengo que destacarme, etcétera, ahí voy absorbiendo esa presión para adentro, porque solo pienso en el resultado.
¿Y qué debería hacer?
Es una buena pregunta que me lleva a encontrar conductas efectivas que me sirven para llegar a lo que yo busco. Pero si me vuelvo loco por ese resultado, no voy a obtener lo que quiero. Voy a obtener el resultado a través de un proceso, focalizar en lo que yo puedo controlar que es mi conducta, mi actitud y mis pensamientos; si controlo bien eso me acerco a lo que quiero. En cuanto yo más pienso en el resultado, más me alejo del él, me pongo más presión, pero cuando yo focalizo todo más bien en las acciones que me llevan ahí, tengo más chance de conseguir un buen resultado. Cristiano Ronaldo jugando para la Juventus, hizo tres goles en un partido en el que se le exigía mucho a él.
¿Cómo analiza esa figura de alguien al que se lo ve tan bien con tanta presión?
Es un poco difícil hablar ante tanta distancia, pero se puede suponer a través de hipótesis. Por un lado, él está acostumbrado porque ha construido su carrera para estos momentos, ha aprendido a estar cómodo en la incomodidad. Por otro lado, tiene mucha autoconfianza, está muy seguro de que puede resolver esa situación y encara todo pensando ‘yo me preparé para estos momentos difíciles, todo lo que hice, mi experiencia y todo, me preparó para esto’. A veces se dice que la presión es un privilegio de los que sienten que están haciendo algo importante, significativo.
¿Aquí entra la confianza en uno mismo?
Es clave y tiene mucha base en la preparación que tengás, ya sea física, técnica, táctica. Si yo estoy preparado físicamente y mentalmente voy a sentirme listo para afrontar esos momentos que pueden ser importantes en mi carrera deportiva. Y es en los momentos de presión cuando nuestro rendimiento cae al nivel de nuestra preparación, no es que uno está a la altura de las circunstancias, sino que vas a descender al nivel que tu preparación te lo permita. Entonces es muy importante lo que decía, de si estoy bien preparado voy a lograr el objetivo.
¿Qué aspectos pueden ser fundamentales para preparar la cabeza?
En sicología del deporte muchas veces se habla del entrenamiento mental. Así como uno entrena sus músculos, también se debe entrenar la cabeza practicando, repitiendo, ensayando ciertas técnicas, exponiéndote a diferentes situaciones para ver si estás preparado o no. Hay varias herramientas y técnicas que los deportistas deben aprender, que tiene que ver en cómo nos hablamos a nosotros mismos. Por ejemplo, cuando estoy en un entrenamiento o en una competencia, ¿me hablo de una forma que me ayuda o que me perjudica?, ¿soy mi mejor amigo o mi peor enemigo?, ¿soy un fan o un barrabrava? Tú puedes exigirte, pero tratándote bien. Después hay otras técnicas como la atención corporal, la mente
Fuente: diez.bo