La víctima de 27 años fue secuestrada el pasado jueves en la noche en la ciudad de El Alto y estuvo encerrada en un inmueble de la zona de Villa Adela de la misma urbe.
La banda de secuestradores fue presentada por la FELCC. Foto: Policía Boliviana.La joven que fue secuestrada en El Alto y por cuyo rescate sus captores exigieron 150 mil dólares relató el infierno que vivió los tres días que fue retenida por los delincuentes y el cómo logró salir ilesa del hecho.La víctima de 27 años fue secuestrada el pasado jueves en la noche en la ciudad de El Alto y estuvo encerrada en un inmueble de la zona de Villa Adela de la misma urbe. Los captores amenazaron a la familia de la joven con descuartizarla si no pagaban el monto que pedían de rescate. El domingo, la joven, al percatarse que nadie la vigilaba, logró escapar y reportó el hecho a la Policía, que horas después detuvo a la banda que organizó el hecho delictivo.»Yo estaba yendo a mi casa, había un señor que estaba parado en un poste medio tambaleándose, parecía que estaba ebrio. Se acerca y me dice: ‘señorita, buenas noches, ¿dónde queda La Ceja?’, yo amablemente me acerqué y le indiqué, pero siento que me trató de empujar del lado izquierdo y vi que tenía un cuchillo en su mano», relató la joven a la Red Uno.Luego, según el testimonio, el agresor intentó asaltarla y le exigió que le entregara su cartera, su teléfono celular y otros objetos de valor.En medio del forcejeo, apareció un taxi de color blanco con la puerta abierta y el agresor dejó de lado el asalto y empezó a golpearla para obligarla a entrar al vehículo.«Empecé a gritar fuerte para que me ayuden y el tipo me golpeó en el cuello y entré al taxi, me pusieron una bolsa en el cuello, me llevaron a una casa y me metieron a varios cuartos«, contó.Luego, uno de sus captores le dijo que el secuestro era grabado para mandarle el video a su familia. Le advirtieron que estaban vigilando su casa y que conocían a toda su familia.»Me dijeron que el tipo que me metió al taxi no tiene miedo, que me conoce bien y que me iba a meter bala«, agregó la joven.Tres días después, notó que estaba sola en el inmueble y con los dientes mordió la cinta adhesiva que le colocaron en la boca para que no gritara. Luego empujó la puerta con tanta fuerza que logró abrirla y huyó.»Sólo me acuerdo que había una avenida grande, he cruzado la calle y he visto a una señora con su bebé, me he entrado a su casa y le pedí ayuda», dijo.De esa forma, la joven logró ser ayudada por los vecinos de la zona y luego pudo denunciar el hecho a las autoridades.Fuente: www.paginasiete.bo