Richard Arispe Carrasco
Para suerte de muchos, el deseo del gobierno masista de administrar las jubilaciones de los trabajadores se continúa postergando. El plazo para el inicio de actividades de la Gestora Pública de Seguridad Social de Largo Plazo se extendió por otros 30 meses. El ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, reconoció que la Gestora Pública debió estar lista para la atención al público en junio de 2016, pero que se postergó por 15 meses y en 2017 tampoco se pudo iniciar el lanzamiento, por lo cual se dió un nuevo plazo de 18 meses que se cumplió este mes de marzo.
Con el argumento que las administradoras privadas de fondos de pensiones BBVA Previsión y Futuro, están trabajando mal en brindar buenos beneficios por los fondos que administran, determinaron que esta labor retorne al sector público.
Es conocido que todo lo que administra el gobierno lo hace mal y salta la corrupción. El masismo necesita dinero para aparentar gestión. Los años de bonanza terminaron, los precios de los minerales e hidrocarburos cayeron, la venta de gas se frenó. Entonces los fondos de pensiones son una buena veta de donde extraer el dinero que apetece el gobierno azul.
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El fondo del problema no es la compatibilidad entre los software, la sistematización o el decreto 3837. Lo principal es que el gobierno nacional adeuda millonarios montos de dinero a las AFPS de los trabajadores y empresas públicas. Mientras las cuentas no sean saldadas, el gobierno deudor no puede tomar la posta y meterle mano al dinero de los trabajadores. Las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) manejan unos 16 mil millones de dólares, lo que significa un 46 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Se trata del aporte de 2,2 millones de personas en todo el país. Actualmente, más de 120 mil jubilados cobran sus aportes. El masismo no debería hacerse cargo de las pensiones porque dejaría nuevamente a miles de trabajadores sin jubilación, se repetiría la generación sándwich y en vez de mejorar la administración, los fondos desaparecerían. La compensación de cotizaciones de las AFPs continúa cayendo. Las AFPs ya no invierten, sus ganancias caen y la inflación “se come” nuestros aportes. Si por 30 años de aporte, el monto de la pensión es de 900 bs, en promedio, con el masismo al timón ese monto no aumentará.
Si me preguntan, yo prefiero que me devuelvan mis aportes de jubilación hoy, antes que algún azul se de unas vacaciones con el dinero que tanto sacrificio y esfuerzo me costó ganar.
Fuente: Facebook Richard Arispe Carrasco