Gary Antonio Rodríguez Álvarez (*)
«En el campo venezolano no hay nadie, no hayuna cabeza de ganado, no hay nada; la gente se fue a las ciudades de la costa yse perdieron los oficios; en esas condiciones, cuando se produce la crisis delprecio del petróleo, Venezuela queda descalza porque no tiene produccióninterna de comida y eso no se arregla por arte de magia (…) Maduro no puederesolver el problema de la comida, porque no se inventan agricultores«,declaró José Mujica, ex Presidente del Uruguay, a la Agencia Rusa de NoticiasSputnik (“Mujica afirma que Maduro notiene la culpa de lo que sucede en Venezuela”, 14.09.18).
Esta sentencia delex Mandatario -que con sus luces y sombras siempre sale a la palestra paraponer el dedo en la llaga, los puntos sobre las íes o sincerar situaciones polémicas adiferencia de otros que dicen lo políticamentecorrecto– está próxima al creencia de la “maldición de los recursos naturales”, tesis de quienes creen que loque Dios da al hombre puede ser malo, cuando lo malo viene del desacertado usode los recursos que el hombre recibe de Dios.
Según Mujica, lacrisis en ese país es producto de que “lariqueza petrolera de Venezuela en el largo plazo terminó constituyendo unaespecie de veneno para la sociedad venezolana, porque deformó toda la economíay los venezolanos se acostumbraron a vivir de cosas importadas». Para él,la importación masiva de alimentos liquidó la agricultura.
Finalizó la entrevistadiciendo algo muy honesto de su parte: «Enel mundo existe la idea conspirativa de que hay intereses de potencias que semueven en todo esto; no tengo duda que eso puede suceder, pero no creo que seanla causa: nuestros problemas internos son los que crean condiciones a favor deltrabajo de las agencias externas».
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Interesanteanálisis, aunque centrado en las consecuencias y no en la causa. El hambre y lahiperinflación que azotan a Venezuela es el resultado de las malas decisionesdel extinto Hugo Chávez cuya política de confiscaciones y desatención a suempresariado conspiró contra la suficiencia que pudo haber construido consemejante renta petrolera.
Créanme: ¡Ningúnempresario dejará de producir para el mercado interno y exportar, si es que elEstado le da las condiciones para ello. Ni loco que estuviera!
Invertir,generar empleos, ingresos y reinvertir sus ganancias para producir más y demejor manera, es la lógica empresarial. Lamentablemente eso no se entendió así enVenezuela. ¿Cuál la lección aprendida? Paísque no cuida a sus productores, acaba mal.
(*) Economista y Magíster en Comercio Internacional
Fuente: El Deber